El 'REC' americano
Sabían lo buena que es y apenas la han cambiado. El acercamiento del cine americano a la inmensa REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, en nueva versión es tan similar a la original que todo parece estar ahí: la obsesión por mirar como forma de excitación; la obstinación de la sociedad actual por registrar cada detalle de nuestras vidas; las críticas a cierta televisión; el formato de falso documental que desemboca en una odisea de terror y sangre; el punto de vista del espectador, centrado en esa cámara que todo lo ve... En apariencia, Quarantine, de John Erick Dowdle, es una película excelente. El único problema es que ya estaba hecha.
A la espera de lo que pueda deparar este año el estreno de REC 2, continuación también dirigida por Balagueró y Plaza, los cambios del remake estadounidense son mínimos: se adelanta un tanto la información sobre las posibles causas de los ataques caníbales y se amplían los detalles; se ve algo más el exterior del edificio de vecinos, y (quizá lo más importante) se muestra el rostro del cámara en un par de ocasiones, con lo que se pierde un tanto el efecto narrativo de que el personaje pueda ser percibido como una extensión de la propia mirada del espectador. El resto es prácticamente igual, salvo la incomprensible desaparición de la rotunda frase final de REC, con la que puede resumirse el espíritu de la obra, pronunciada por su protagonista en off: "¡Grábalo todo, por tu puta madre!". ¿Corrección política?
QUARANTINE
Dirección: John Erick Dowdle.
Intérpretes: Jennifer Carpenter, Jay Hernández, Johnathon Schaech, Steve Harris. Género: terror. Estados Unidos, 2008. Duración: 89 minutos.
Babelia
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