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El frenazo de la inflación desactivará las cláusulas de revisión salarial

La subida del IPC cede casi cuatro puntos en cinco meses y se sitúa en el 1,5%

Manuel V. Gómez

Este año difícilmente se oirán quejas por la aplicación de la cláusula de revisión salarial procedentes de las patronales y los bancos centrales, siempre reticentes a ese instrumento. El frenazo de los precios en los últimos meses evitará que entre en vigor este mecanismo que compensa la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Tanto han parado, que en diciembre de 2008 los precios subieron únicamente el 1,5%, cuando el pasado mes de julio la inflación se situaba en el 5,3%, según el dato adelantado que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística.

Las cláusulas de revisión salarial, que protegen a casi nueve millones de asalariados, entran en vigor cuando el índice de precios de consumo (IPC) en el último mes del año supera la expectativa de inflación sobre la que se ha pactado el incremento salarial entre sindicatos y empresarios. Actualmente, en los convenios, el listón a partir del cual se revisan los salarios se sitúa en una media del 2,4%, por lo que prácticamente no se aplicarán en ningún convenio vigente. Además, en la negociación de los convenios que venzan en este ejercicio, los sindicatos tendrán difícil pactar subidas muy por encima del dato del 1,5%.

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El mecanismo de revisión salarial es muy similar al que se aplica con las pensiones, salvo que en este último el dato de referencia es el IPC de noviembre.

La situación sería muy distinta si la referencia por la que se activa la cláusula de revisión salarial fuera la inflación media anual, que en 2008 fue del 4,1%, y no el IPC de diciembre. La diferencia entre ambos datos este año ha llegado a los 3,6 puntos, la máxima desde 1964, según explica Miguel Ángel García, responsable del gabinete económico de CC OO.

Desde UGT, su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, confirma que este año la cláusula de revisión salarial no se activará. "En este caso es neutra", explica. Además, advierte de que los sindicatos no admitirán posiciones "ventajistas" por la evolución de los precios en los últimos meses, en referencia a las demandas empresariales de moderación salarial e incluso de congelación.

En todo caso, hay que tener en cuenta que el dato conocido ayer es el IPC armonizado, el plenamente homologable con la Unión Europea. Pese a que no suele haber grandes diferencias, el IPC definitivo se publicará el próximo 15 de enero. Ese día se conocerá la evolución de los precios en diciembre, que podrían haber registrado un descenso en un mes tradicionalmente inflacionista (en diciembre de 2007, los precios subieron una décima) debido al desplome de la cotización del petróleo y de algunas materias primas que compensarían la subida del resto de productos y servicios. De hecho, en noviembre pasado los precios ya cayeron cuatro décimas.

El frenazo de la inflación en 2008 ha sido de los que marcan época. En julio, el Gobierno se echaba las manos a la cabeza porque el IPC se disparó hasta el 5,3% respecto al año anterior, el peor dato desde 1992. Cinco meses después, el IPC apenas está en el 1,5%, el avance más lento desde hace 10 años. Los dos extremos se explican por el mismo protagonista: el petróleo. En verano, el crudo se disparó hasta casi 150 dólares por barril; ayer cotizaba en el entorno de los 50.

Carlos Maravall, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), señala que la energía es la responsable del 90% de la caída de precios. El Instituto Flores de Lemus comparte esta explicación: "Es evidente que el fuerte descenso se debe principalmente a los precios de la energía y, en menor medida, de los alimentos".

Para Maravall, el problema es que la evolución de los precios en España "no se explica porque hagamos bien las cosas, sino por factores que proceden del exterior", explica, en referencia a la caída del precio del petróleo.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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