Egipto arranca a Hamás una tregua de 24 horas en la franja de Gaza
El Gobierno israelí recaba apoyos internacionales para una acción militar
Las milicias de Gaza se comprometieron ayer a detener durante 24 horas el lanzamiento de cohetes dirigidos a Israel, según anunció un portavoz del movimiento islamista Hamás. Fue la mediación del vecino Egipto la que consiguió arrancar el acuerdo para frenar la lluvia de proyectiles, ante la amenaza de un inminente ataque israelí a gran escala sobre la hiperpoblada y empobrecida franja de Gaza. A pesar del acuerdo, sobre el que Israel no quiso hacer comentarios, dos cohetes palestinos cayeron ayer sobre territorio israelí.
Y mientras Israel se prepara para el ataque, su primer ministro, Ehud Olmert, viajó ayer a Turquía, el país que ejerce de mediador en el proceso de acercamiento sirio-israelí. Su viaje coincidió con unas declaraciones del presidente sirio, Bachar el Asad, quien dejó la puerta abierta a las conversaciones directas con el enemigo israelí en un futuro.
En el frente israelí-palestino, el de ayer fue un día plagado de amenazas cruzadas entre ambas partes. Mientras el Gobierno de Olmert contactaba con líderes de la comunidad internacional para preparar un muy probable ataque de gran magnitud, los grupos armados palestinos dejaron clara su disposición a reanudar los ataques suicidas. "No nos quedaremos de brazos cruzados ante la agresión. Nuestro derecho como pueblo ocupado es defendernos y combatir la ocupación por todos los medios posibles, incluidos los ataques suicidas", dijo Ayman Taha, portavoz de Hamás a la agencia France Presse. Otros grupos palestinos esgrimieron ayer amenazas semejantes.
Más tarde, Taha anunció a la prensa el compromiso alcanzado para detener las hostilidades, y añadió que estarían dispuestos a mantener un alto el fuego más duradero si Israel cesa los ataques sobre el territorio palestino y si alivia el bloqueo que impide la entrada de víveres a la franja.
Hamás dio por finalizada el viernes la tregua que había mantenido con los israelíes durante seis meses al considerar que el Estado hebreo no había cumplido su parte del trato al mantener cerradas las fronteras.
La clase política israelí se encuentra dividida sobre el tipo de acción militar a emprender en Gaza. La división quedó ayer patente al declarar un ministro laborista su disposición a renovar la tregua al tiempo que la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, iniciaba una campaña diplomática en el extranjero para recabar apoyos ante una futura incursión militar. Ella misma habló en las últimas 48 horas con varios líderes mundiales "para explicarles la situación en el sur de Israel", confirmó una fuente gubernamental.
En el país vecino, el presidente sirio reiteró su voluntad de acercamiento a Israel, y tras cuatro rondas de conversaciones indirectas bajo mediación turca, Asad dio un paso más al declarar que "es natural que en una próxima fase pasemos a las conversaciones directas" y después, "naturalmente alcanzaremos la paz". Diversos analistas sirios sostienen que no habrá paz con Israel hasta que Estados Unidos no se involucre en el proceso, y que Damasco esperará a que Barack Obama se instale en la Casa Blanca antes de tomar ninguna decisión.
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