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El Consistorio de Lleida, a favor de la variante que apoya la Generalitat

El Ayuntamiento de Lleida, gobernado por el PSC, defiende el trazado que propone la Generalitat para prolongar el último tramo de la variante sur de Lleida desdoblada por el oeste hasta su conexión con la autovía A-2 a la altura de Alcarràs. Esta vía, de 9,1 kilómetros y una inversión de 179,5 millones de euros, es rechazada por todos los partidos de la oposición y por los vecinos de cinco barrios de la periferia porque discurre por medio de la huerta, una zona de gran valor ecológico y agrícola.

Decenas de afectados y de miembros de la plataforma Protegim l'Horta, creada para impedir que la variante atraviese sus campos, asistieron al último pleno del año y abandonaron la sala decepcionados por la postura del equipo de gobierno. Según el Consistorio, el trazado de la Generalitat facilitará la conectividad con la ciudad y el impacto ambiental no será tan severo como afirman sus detractores. El resto de los grupos municipales, entre ellos ERC e ICV, socios del PSC, en el Gobierno catalán, también rechazan el trazado.

El alcalde Àngel Ros minimizó las consecuencias negativas de la variante y dijo que sólo afectará a seis casas. "¿Lo tienen claro? A veces pienso que perdemos la perspectiva. El modelo agroalimentario de Lleida no depende de este trazado y las oportunidades que ofrecen las comunicaciones están muy claras", respondió a la oposición.

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