Muchachito, vete al infierno
El grupo catalán Muchachito Bombo Infierno, una de las formaciones musicales que está pegando fuerte por derecho, ha tenido que pasar una odisea para actuar ayer en Madrid, donde tiene muchos seguidores. Habían firmado para esa fecha su presentación en La Riviera, pero la sala fue cerrada hace unos días. Posteriormente, fueron incluidos en el elenco del festival Viña (sucursal del Viña Rock) anunciada también para ayer en La Cubierta de Leganés. El concierto fue suspendido, según informaba Lino Portela en este periódico, por presiones de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Iba a intervenir el grupo roquero vasco Soziedad Alkohólica, al que la AVT acusa de "enaltecimiento del terrorismo", delito del que fueron absueltos por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo en 2006.
Por fin, Muchachito encontró cobijo para actuar ayer, a las seis de la tarde, en la sala Caracol. Cuando esto escribo, no sé si el concierto se llegó a realizar. La Caracol, según dicen, también está en el ojo del huracán de los cierres de locales con música en vivo. Todo esto y otras muchas cosas ponen de manifiesto algo que ya es un clamor: las autoridades tienen un cacao irritante con la noche y con la gente que hace lo posible y lo imposible para que esto funcione. Con este marasmo municipal, algunos empresarios ejemplares de bares con música en vivo tienen más moral que el Alcoyano y Numancia juntos. Todos ellos, junto con la clientela, deberían cantar cada día a la autoridad uno de los temas más celebrados de Muchachito Bombo Infierno: Me tienes frito.
De alguna manera, la autoridad, con su cacao, y los locales, con su precio, están propiciando el botellón.
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