El plagio que arrasa
Los internautas remezclan una canción de Coldplay acusada de copia
Coldplay ha despachado este año un disco que la crítica ha calificado como uno de los mejores trabajos de 2008, Viva la vida and death and all his friends. Y la palabra plagio no se ha hecho esperar. Hace un par de semanas, Viva la vida, el segundo sencillo, recibía una nominación para los premios Grammy como mejor canción del año. Ese mismo día el guitarrista neoyorquino Joe Satriani acusaba al cuarteto de Londres de plagio de esa canción.
Y ahí está Internet. Esta segunda acusación de apropiación indebida (la primera fue en marzo recién lanzado el disco y por una banda desconocida también de Nueva York, The Creaky Boards) ha generado un movimiento inusual en la Red. La noticia posee casi medio millón de entradas, pero es en el mayor sitio de intercambio de vídeos, YouTube, donde se ha generado el verdadero fenómeno. La historia empezó con un internauta que colgó un archivo en el que se escuchaba primero la canción de Coldplay, después la de Satriani y más tarde ambas, una encima de la otra, para demostrar el parecido. Más de un millón de usuarios vieron ese vídeo, que ha sido retirado de la Red al reclamar los derechos la discográfica de los ingleses, EMI, que se ha negado a hacer declaraciones a EL PAÍS sobre esta polémica.
Tras este vídeo llegó el maremoto. En la web se han multiplicado las remezclas de esta canción de Coldplay, de forma que parece que Viva la vida es la piedra filosofal en la que pueden meterse composiciones de The Killers, New York Dolls, Jay-Z, KanyeWest... Hasta un vídeo en el que se mezcla el tema a la misma vez con Pet Shop Boys, Nelly Furtado, Cher, George Michael... Combinaciones que funcionan de tal forma que miles de internautas están reclamando las pistas de audio para meterlas en sus reproductores de MP3.
Aunque parece que el plagio es evidente, Rafa Spunky, músico y disc jockey que se cocinó él solo en casa su último disco, Un nuevo final, no lo tiene tan claro. "La música, la armonía, se rige por unas reglas muy básicas y casi matemáticas. Estamos hablando de cuatro acordes y, sí, con programas como Protools o Logic [software de producción musical] prácticamente se puede hacer cualquier cosa. Arreglar voces, cambiar tempos... Y si uno se pone, puede remezclar lo que quiera con lo que quiera".
Con esta polémica, el fenómeno mushup, el remix, ha resurgido en la Red. Ya hay gente haciendo dinero con grandes canciones. Otro aviso para las discográficas.
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