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La mitad de los vascos apoyan una alianza PNV-PSE y 'entierran' Lizarra

El empleo y la crisis superan a la violencia como principales preocupaciones - El Euskobarómetro confirma el "desgaste continuado" del tripartito

El ciclo de acumulación de fuerzas nacionalistas abierto en septiembre de 1998, cuando los partidos y sindicatos abertzales y otras organizaciones vascas firmaron el Acuerdo de Lizarra, parece tocar a su fin. Eso al menos es lo que considera el 64% de los ciudadanos vascos, que consideran "probable" ese fin de ciclo sustentado, además, en una alianza entre socialistas y nacionalistas, alianza entre PNV y PSE que casi la mitad de los encuestados (el 49% exactamente) apoyaría abiertamente.

Estos son dos de los datos más relevantes que ofrece el Euskobarómetro de otoño, presentado ayer por su director y catedrático de Sociología de la UPV, Francisco Llera, y los profesores del Departamento de Ciencia Política de la universidad pública José Manuel Mata y Alfredo Retortillo. Llera recordó otra realidad reflejada en la encuesta que avalaría ese cambio de ciclo: el "desgaste continuado del actual tripartito, que sigue cosechando los menores niveles de apoyo de los últimos seis años. Pese a que en esta última encuesta se ha frenado ese desgaste, la desafección ha caído más de diez puntos desde el inicio de una legislatura que prácticamente está ya agotada.

La mayoría rechaza la anulación de la consulta por el Constitucional
Un 33% pide a Ibarretxe que negocie con el PSE su plan o lo retire (28%)
La preocupación por el empleo y la crisis se disparan desde mayo
A tres meses de las elecciones, todos los candidatos suspenden
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¿Quiere decir esto que los vascos quieren reeditar las coaliciones de los años ochenta y parte de los noventa entre peneuvistas y socialistas? Los encuestados no hablan en la oleada de otoño del sondeo de una coalición de gobierno entre ambos partidos, precisó Llera. Sin embargo, es evidente que la apuesta mayoritaria es la transversalidad, concluyó el director del Euskobarómetro, frente a la política de bloques y trincheras que ha presidido el período de Lizarra. Precisamente fue esa la apuesta de Josu Jon Imaz mientras estuvo al frente del PNV o el empeño en el que se ha embarcado el líder del PSE, Patxi López, desde que sustituyó a Nicolás Redondo Terreros al frente de la secretaría general de su partido en el congreso extraordinario de marzo de 2002 tras dimitir Redondo. De hecho, sólo el 27% de los vascos rechaza ese cambio de ciclo basado en la alianza PNV-PSE. Aunque los encuestados envían un doble mensaje al lehendakari Ibarretxe: rechazan mayoritariamente la anulación de su consulta por el Tribunal Constitucional (53%), pero le piden que no se empeñe en su plan y lo negocie con el PSE (33%) o directamente lo retire (28%). Sólo el 30% le da luz verde para seguir adelante con él.

Quien saltó ayer como un resorte contra la posibilidad de que se vuelvan a reeditar los pactos entre PNV y PSE fue el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien rechazó abiertamente tal posibilidad. Fueron gobiernos que para Basagoiti "han generado o sembrado todos los grandes" ataques "contra la esencial plural del País Vasco". Añadió que el Pacto de Lizarra "se empezó a sembrar" con un Ejecutivo PNV-PSE. Con todo, la política de oposición de los populares sale muy mal parada: el 72% la considera negativa y sólo el 5% la ve con buenos ojos.

Los vascos se han sumergido en el escepticismo político, que ha aumentado 12 puntos en este último semestre, tanto en lo que se refiere al clima político en Euskadi (53% de los encuestados) como en el del escenario español (52%). Y es la crisis económica la que ha tomado el testigo en el ranking de sus principales preocupaciones. La violencia terrorista cae ocho puntos en seis meses y retrocede hasta el tercer puesto en esa lista, por detrás del empleo (la preocupación principal para el 37%) y la situación económica (24%), que se disparan con una subida en de 16 puntos desde mayo en el primer caso y 19 en el segundo.

A falta de apenas tres meses para las elecciones autonómicas vascas -previstas para marzo, aunque aún sin fecha- este es el panorama en donde se van a mover los candidatos en liza. Y en la valoración de los líderes de los partidos y los candidatos a lehendakari que arroja la oleada de otoño, no aprueba nadie. Sólo Juan José Ibarretxe lo roza, con un 4,9 puntos. Iñigo Urkullu (PNV) obtiene 4,3 puntos; José Luis Rodríguez Zapatero (4,2); Patxi López (PSE), 4,1 puntos; Patxi Zabaleta (Aralar), 3,9 puntos; Javier Madrazo (EB) y Unai Ziarreta (EA), ambos con 3,7 puntos; Arnaldo Otegi y Antonio Basagoiti, con 2,8 puntos; Rosa Díez (UPyD), 2,7 puntos. Cierra la lista Mariano Rajoy (1,9).

ETA divide a la izquierda 'abertzale'

El 56% de los simpatizantes de la izquierda abertzale que no condena la violencia apoya los fines, pero rechaza los métodos violentos de la organización terrorista y el 6% expresa su rechazo frontal a dichos métodos antidemocráticos. Sólo el 1% manifiesta su apoyo incondicional, según los datos que ofrece la última oledaa del Euskobarómetro.

El estudio refleja, además, que un 63% de los ciudadanos vascos se muestra pesimista en relación al final de terrorismo, aunque la mitad de la población ve a la organización armada en una situaciónd e mayor debilidad.

Los datos tienen además un valor añadido: las visitas de los encuestadores a los hogares vascos se realizaron antes de las últimas operaciones contra ETA. El director de la encuesta, Francisco Llera, apuntó en la presentación de los datos que ese "desistimiento" y esa "desafección" del mundo político de la ilegalizada Batasuna a la organización terrorista problemente habría crecido si el trabajo de campo se hubiera realizado después.

La reactivación de la actividad terrorista genera "decepción, pesimismo y miedo" en la sociedad vasca, pero quien sale perdiendo es el electorado abertzale, que se "divide" y, además, "ve cómo se erosionan seriamente sus apoyos electorales", apuntó Llera.

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