Matanza de calderones

Las islas Feroe, con una población de 47.000 habitantes y perteneciente al reino de Dinamarca, están siendo objeto de la atención pública a nivel mundial y desde diferentes organizaciones internacionales por la sistemática actividad pesquera no sujeta a ninguna planificación sostenible. Dinamarca guarda un cómplice silencio.

En la actual coyuntura en la que tenemos la obligación de gestionar de manera responsable los recursos naturales de que disponemos para salvaguardarlos para las generaciones futuras, aún podemos asistir a prácticas poco respetuosas con el medio natural.

Y no sólo en estas islas, sino en Japón, con la caza indiscriminada de ballenas con fines científicos y la sanguinaria matanza de delfines; en Canadá, con el sangriento negocio de crías de focas; en España, con la pesca abusiva sin ningún plan de gestión pesquera sostenible, como si los recursos marinos fueran infinitos...

Y sin olvidar las crueles prácticas de la fiesta nacional, a la que llaman una tradición cultural, y algunas fiestas bárbaras como las de Tordesillas, donde se persigue a un toro hasta darle muerte. No nos vamos a callar hasta que estas locuras colectivas cesen. Necesitamos un profundo cambio en la percepción que tenemos de nuestro mundo y tomar conciencia acerca del valor de la vida, como el valor más sagrado.