EE UU confirmó a Moratinos escalas en España de vuelos ilegales de la CIA
El avión que voló de Guantánamo a Tenerife realizaba una entrega de presos
Aviones fletados por la CIA hicieron escala en aeropuertos españoles en el marco de operaciones ilegales de traslado de prisioneros. No lo dicen sólo organizaciones de defensa de los derechos humanos o instituciones como el Parlamento Europeo o el Consejo de Europa. Se lo confirmó en 2005 la propia Embajada de Estados Unidos en Madrid al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, dirigido por Miguel Ángel Moratinos.
En concreto, el entonces encargado de negocios de la legación diplomática, Robert Manzanares, confirmó que el Gulfstream IV que el 12 de abril de 2004 llegó al aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife) procedente del campo de prisioneros de Guantánamo participaba en una operación de "entrega extraordinaria" de la agencia estadounidense de espionaje. Es decir, trasladaba a una o varias personas ilegalmente detenidas de un país a otro, sin procedimiento de extradición ni control judicial alguno. Y con riesgo cierto de ser objeto de torturas.
El consuelo es que, durante su brevísima estancia en suelo español, el avión no llevaba a bordo a ningún prisionero. Al menos, eso es lo que le aseguró el diplomático estadounidense al entonces director general de Política Exterior para Europa y América del Norte, José Pons. Y la diplomacia española lo creyó.
La revelación la hizo Moratinos el pasado día 10 en el Congreso, aunque entonces pasó desapercibida, porque la atención estaba puesta en las escalas de aviones militares (no civiles) en bases españolas camino de Guantánamo, que era el objeto de su comparecencia, y porque el ministro presentó dicho reconocimiento como si fuera la reiteración de un hecho conocido.
"Quiero reiterar las sospechas existentes sobre el vuelo Guantánamo-Tenerife-Constanza-Bucarest-Casablanca-Rabat-Washington, que la Embajada de Estados Unidos en Madrid confirmó, y así informé al Parlamento Europeo, como un vuelo de la CIA en el marco de una operación de entrega extraordinaria, pero añadiendo que no llevaba pasajeros y prisioneros durante la escala en territorio español. La fecha fue el 12 de abril de 2004, pocos días antes de la toma de posesión del primer Gobierno del presidente Zapatero", dijo el ministro, según consta en el acta del Congreso.
En efecto, un avión civil Gulfstream IV, matrícula M85VM, despegó de la base de Guantánamo a las 8.00 del 12 de abril de 2004 y llegó al aeropuerto de Tenerife Norte a las 14.40. Apenas permaneció allí dos horas y media, el tiempo indispensable para repostar, por lo que ningún empleado del aeropuerto subió a bordo. A las 17.09, según la base de datos de AENA (Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea), despegó con destino al aeropuerto Kogalniceanu, en Constanza (Rumania), en cuyas proximidades se sospecha que existía entonces una prisión secreta de la CIA. Posteriormente, el avión voló a Marruecos, país en el que se han denunciado detenciones ilegales y torturas a sospechosos de terrorismo, antes de regresar a Estados Unidos.
Aunque Moratinos aseguró en el Congreso que ya había dado cuenta de este hecho en su comparecencia ante la comisión del Parlamento Europeo que investigaba los vuelos de la CIA, el 14 de septiembre de 2006, lo cierto es que en las actas de dicha reunión no figura ninguna afirmación similar. Es verdad que en su discurso escrito, que fue distribuido por la Secretaría del Parlamento, Moratinos decía: "Es importante tener en cuenta que, en relación con este vuelo [el de Guantánamo a Tenerife], las autoridades estadounidenses nos han dado garantías de que no llevaban pasajeros durante la escala". Sin embargo, nunca pronunció esta frase. Y por eso no está en las actas.
El 24 de noviembre de 2005, cuando acudió por vez primera al Congreso para informar sobre los vuelos de la CIA, ya se había producido la entrevista entre Pons y Manzanares, el 21 de marzo de ese año. Sin embargo, Moratinos fue mucho menos explícito. "El señor Manzanares, tras realizar las consultas oportunas con sus autoridades", dijo entonces, "manifestó que no tenía constancia de que a bordo de los aviones en escala en los aeropuertos españoles hubiese ningún pasajero clandestino ni en situación ilegal, ni que se hubiera producido ninguna actividad ilegal durante la escala". Además, según relató, el 16 de noviembre de 2005 se reunió el entonces secretario de Estado de Política Exterior, Bernardino León, con el secretario adjunto del Departamento de Estado de EE UU, Daniel Fried, quien le dijo que "en ningún caso se había infringido la ley española ni había habido ningún preso a bordo de aviones que habían hecho escala en territorio español". Ninguna precisión más.
"Yo no sé si nos habrán dicho la verdad", le confesó Moratinos al diputado de IU Gaspar Llamazares, quien le acusó de credulidad.
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