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Industria reclama que las eléctricas asuman 5.600 millones del déficit tarifario hasta 2015

Sebastián condiciona la subida de la luz a un pacto con las empresas

La subida del recibo de la luz propuesta por el Ministerio de Industria (3,5% para el usuario doméstico medio) está condicionada a que las eléctricas asuman una tercera parte del déficit de tarifa acumulado desde el año 2000, que al término del actual ejercicio asciende a un total de 16.500 millones de euros. El plazo para que las compañías absorban los 5.600 millones estimados por el Ministerio de Industria termina en 2015.

El titular del departamento, Miguel Sebastián, calificó de "razonable" esta cifra y reiteró que si no hay acuerdo con el sector "no habrá subida de la luz en enero". La negociación debería concluir, por tanto, este mes de diciembre.

Sebastián se encuentra estos días en Nueva Delhi, donde participa en el Foro de Inversiones y Cooperación empresarial hispano-indio, organizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). En el encuentro, al que han sido invitados periodistas de diversos medios, participan unas 40 empresas y bancos españoles y el objetivo es propiciar acuerdos entre los dos países en sectores como las energías renovables, el agua o las infraestructuras. Uno de los contratos más jugosos es la construcción de cinco líneas de tren de alta velocidad en la India. En ese contrato están interesadas varias empresas españolas. Tanto el ministro español como su homólogo indio, Kamal Nath, se refirieron en la inauguración del foro a los recientes atentados de Bombay y a la necesidad de no modificar las agendas, como pretende el terrorismo.

En los asuntos de España, Industria se encuentra ahora inmersa en la negociación del llamado déficit tarifario (diferencia entre los ingresos por tarifas y costes de generación), que se ha provocado desde el año 2000, cuando el Gobierno del PP practicó una política de rebaja de tarifas eléctricas en términos reales.

El PP y los Gobiernos posteriores consiguieron con ello rebajar un poco la inflación y, aparentemente, no castigar el bolsillo de los consumidores. Pero esa bolsa ha crecido, en forma de deuda a las empresas eléctricas, hasta alcanzar una cifra estimada en 22.500 millones de euros en 2009.

Industria quiere acabar con esa situación y su propuesta es que las eléctricas asuman una quita "importante" que Sebastián cifró en un tercio del total. Con las cantidades actuales, esa quita se situaría en 5.600 millones de euros en los próximos siete años.

Menos beneficios

El acuerdo es perentorio en el marco europeo y supondría dar un bocado importante a los beneficios de las compañías eléctricas que, por otra parte, tampoco han dejado de crecer en los últimos años de bonanza económica. Otra parte la asumirían los Presupuestos del Estado, es decir, los contribuyentes, y el resto se cargaría en el recibo que pagan los usuarios, con subidas superiores a las que ha habido en los últimos años. Sólo si se llega a un acuerdo con las compañías eléctricas antes de que acabe el presente año, el recibo de la luz subiría, de acuerdo con la propuesta que el miércoles envió el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional de la Energía.

Sebastián explicó que la subida media prevista de 1,1 euros al mes para consumidores domésticos implica un aumento medio del 3,5%. En el caso de los de bajo consumo, el aumento sería del 2,5%. A esta subida podría seguir otra el 1 de julio, aunque Sebastián calificó de prematuro decir algo al respecto, ya que todo está condicionado al acuerdo con las eléctricas sobre el déficit tarifario. El ministro de Industria reconoció que el pacto "no es fácil" y calificó el sistema actual de "perverso, ineficiente e injusto".

También se refirió al interés del Gobierno ruso en la operación de entrada de Lukoil en Repsol, evidenciado el pasado miércoles por su homólogo ruso. Sebastián reiteró que la posición del Gobierno se mantiene en el sentido de que "se trata de una operación empresarial privada" y que el objetivo es que "la parte española en Repsol siga siendo mayoritaria", como garantía de que se cumplan los objetivos estratégicos de seguridad en el suministro energético.

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