Enfermedades infecciosas
Como recientemente decía nuestro ministro de Sanidad en EL PAÍS acerca de la lucha contra el sida, "son dignos de elogio quienes aúnan un trabajo clínico excelente con una labor investigadora incansable". Tiene razón. Muchos de los médicos que trabajan así son los integrantes de las unidades asistenciales de enfermedades infecciosas de los hospitales públicos del país, que viven una situación profesional paradójica: su especialidad (la infectología) no está oficialmente reconocida en nuestro país. España es, junto con Bélgica, el único país de la Unión Europea y del conjunto de países desarrollados donde esto ocurre. La paradoja es aún mayor cuanto que estas unidades existen como respuesta a necesidades asistenciales evidentes que van más allá del sida: los médicos de estas unidades atienden además las infecciones en los pacientes trasplantados, las infecciones tropicales, las infecciones adquiridas en el hospital o las infecciones causadas por bacterias resistentes a múltiples antibióticos, por poner algunos ejemplos.
Los problemas que causa esta situación son múltiples, pero uno de los más importantes es que la ausencia de especialidad impide la formación adecuada de nuevos especialistas en enfermedades infecciosas, por lo que el mantenimiento futuro de estos elevados niveles asistenciales e investigadores está en peligro. En este sentido, la Unión Europea de Especialidades Médicas (UEMS) apoya específicamente la creación de la especialidad de enfermedades infecciosas en España, lo que sería coherente con la realidad y las necesidades asistenciales de los ciudadanos.
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