Los canteros reclaman que se les homologue la titulación

A golpe de cincel, los canteros pidieron ayer en pleno centro histórico de Pontevedra la homologación del título que expide la Escola de Canteiros de Poio. El centro depende de la Diputación provincial de Pontevedra, de ahí que culpen a la institución que preside el popular Rafael Louzán de que los más de 2.500 alumnos que han pasado por sus aulas y talleres no dispongan aún de título oficial. Todo ello, a pesar de que son ya 30 años de vida los que arrastra la escuela donde se forman los canteros.

Así, y de forma peculiar, una decena de profesionales en el arte de esculpir piedra -en representación de los alumnos y ex alumnos de Poio-, mostraron la palabra "homologación" tallada en granito, para hacer visible una reivindicación que cuenta, además, con el respaldo de la corporación municipal de Poio. El propio alcalde, el nacionalista Luciano Sobral, intentó sin éxito formalizar con Educación los dos títulos que concede la escuela: cantero y maestro cantero.

Por su parte, Rafael Louzán ya descargó, en alguna ocasión, esta responsabilidad en la Consellería de Educación. Asegura que ha trasladado al departamento autonómico la petición sin obtener respuesta y defiende la intensa formación del alumnado tanto a nivel práctico como teórico.

Los canteros aseguran que una de las desventajas de esta situación se deja sentir a la hora de buscar empleo, ya que en el currículo que entregan en el INEM no pueden hacer constar esta titulación. Frente a esto, aseguran que la escuela dispone de casi un millón de euros de presupuesto y que el nuevo edificio donde se ubica "costó más de tres millones". Mientras, ellos siguen sin reconocimiento oficial.