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24 asesinados en México para proteger un 'narcotúnel'

Aquel crimen conmocionó a la ciudad de México. La noche del 12 de septiembre, en el parque nacional de La Marquesa, situada prácticamente en el zaguán de la capital, la policía descubrió los cuerpos de 24 jóvenes asesinados. Algunos estaban desnudos, otros tenían señales muy claras de haber sido torturados; todos habían recibido el tiro de gracia. Lo primero que se sospechó es que fueran sicarios de un cártel de la droga ejecutados por alguna organización rival. Luego se supo que eran albañiles, pero tampoco ese dato los absolvió de la sospecha. Ahora, y en virtud de la declaración de un narcotraficante detenido, se sabe que su muerte fue ordenada por un lugarteniente de uno de los capos más poderosos de México, Joaquín El Chapo Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa.

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Víctor Hugo Martínez Rocha, detenido el 18 de octubre en el Distrito Federal, declaró a agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) que un sinaloense identificado como Román o El Patrón, y cuyo nombre verdadero puede ser Marco Tanil Martínez Méndez, fue el autor intelectual del crimen.

Albañiles sin paga

El diario Reforma publicó ayer la declaración del tal Martínez Rocha: "Todos ellos eran albañiles a quienes se les contrató para que realizaran los trabajos de construcción de un túnel en Tijuana y a quienes también se les había encomendado el mismo trabajo en Ciudad Juárez; sin embargo, y derivado de la inconformidad de estas personas por no haber recibido su pago, amenazaron con denunciar estos hechos, siendo esta la razón por la cual fueron ejecutados, ejecución en la que no participé, pero sí lo sé por haber escuchado la orden. Y dicha orden la dio Román".

Como suele ser habitual en México, en el crimen también están implicados policías. Según las investigaciones, varios mandos policiales colaboraron con los narcotraficantes para secuestrar a los albañiles en Huixquilucan y llevarlos hasta La Marquesa, donde fueron ejecutados. Por el momento, sólo hay un agente detenido -Antonio Ramírez Cervantes, ex comandante de la Policía Municipal de Huixquilucan- y varios más investigados. Aquella acción del narco fue leída por expertos en la lucha contra el narcotráfico como una auténtica provocación de los señores de la droga al Gobierno de Felipe Calderón por haberlos enfrentado de forma directa, utilizando todos los medios, incluido el Ejército.

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