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Un retrato del desplome del campo gana el Carlemany de novela

Antoni Pladevall revisita la vida rural con 'La papallona negra'

Carles Geli

El mundo rural catalán, ese que pierde desde 2005 una media de 1.500 payeses cada año, tiene quien casi notarialmente escribe su languidecer. Se trata de Antoni Pladevall (Taradell, Osona, 1961), que con La papallona negra, "una reflexión sobre la belleza trágica de la vida" a partir de la relación entre un heredero de una masía en parte hotel rural y una universitaria cliente del mismo, obtuvo ayer los 45.000 euros del 15 premio Carlemany de novela que otorga el Gobierno de Andorra, la Fundació Enciclopèdia Catalana y las editoriales Proa y Columna.

"El sistema agrario catalán está hundido del todo, y eso se ha producido en apenas una generación: se está terciarizando y la estrategia de supervivencia dominante es el negocio del turismo rural: hay 1.800 establecimientos de este tipo", apunta Pladevall.

El escritor está seducido por ese proceso porque él mismo es, dice, "una víctima, uno de los expulsados del campo": nació en una masía de Taradell en el seno de una familia de masoveros, donde vivió hasta los 25 años. Hoy, esa masía no existe y en su lugar se alza "un chalet de dudoso gusto donde viven los propietarios de explotaciones de terneras; muy cerca, otra es el epicentro de un campo de golf".

Esas transformaciones y sus consecuencias sociales ("sólo el 1% de la población activa catalana se dedica hoy ya al campo", sostiene) quedaron recogidas ya en su novela anterior, Terres de lloguer (2006, premios Pin i Soler y Amat-Piniella). "Soy un producto rural por imperativo biográfico y uno sólo puede escribir de lo que sabe, y en mi caso es el ambiente, los personajes y el lenguaje del mundo rural", asegura parafraseando a uno de sus autores de referencia, Faulkner, como Steinbeck. "Son los que añaden cierta crónica social a su obra; mis novelas no son rurales, sino ambientadas en ese ámbito", propone el doctor en filología clásica y profesor de griego y latín, quien piensa que en el Solsonès, la Cerdanya y Osona hablan "una lengua mucho más rica que la que reproducen los medios de comunicación catalanes" que él intenta recoger: "procuro tener diversos registros: el coloquial, el de los tacos y el cultista". Y en esa línea, reconoce "el buen flujo lingüístico" en las obras de autores procedentes del mundo rural como Moncada, Teixidor y Barbal.

Pladevall recibirá este mediodía el premio coincidiendo con la primera edición de los galardones Carlemany Internacionals, y que han reconocido al escritor Juan Marsé (literatura), el director teatral Declan Donnellan (artes), a John Craig Venter por su secuenciación del genoma (ciencias) y al surafricano Desmond Tutu (acción humanitaria).

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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