Paro, aunque no tanto como con el PSOE, según Camps

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, reconoció ayer la complejidad de la situación económica, subrayada en fosforescente por el mal dato del paro, que en la Comunidad Valenciana ha crecido cerca del 60% en un año. Sin embargo, no desaprovechó la posibilidad de afear al adversario ni retroactivamente, al confrontar la situación con los años del Gobierno socialista en busca de consuelo.

Pese a admitir el impacto del desempleo, recordó que durante el ciclo económico de constante crecimiento se crearon en la Comunidad Valenciana "más de un millón de puestos de trabajo". "En este momento", aseguró, "trabajan casi 100.000 personas más en el sector industrial de las que trabajaban en la anterior crisis [1993], y el peso de la población activa hace que estemos 11 puntos por debajo de la tasa de desempleo", afirmó Camps.

Asimismo, pese a que la Generalitat tiene transferidas las competencias de Trabajo, rehusó que el Consell hubiera reaccionado tarde ante el impacto que está teniendo la crisis en el desempleo y culpó al Gobierno central de no haber reaccionado a tiempo, ni reconociendo la crisis ni aplicando medidas para paliarla.

Camps, que mantuvo ayer un encuentro con el pleno de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), admitió complejidad en el corto y medio plazo de la economía, aunque manifestó expectativas por la diversificación e inversión en tecnología realizada en la Comunidad Valenciana. "Tenemos un sistema económico potente con capacidad para salir cuanto antes", auguró.La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) celebró ayer el último pleno del año con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en un "ambiente de confianza y colaboración", según el presidente de AVE, Francisco Pons. Y "muy agradable", para Camps. La relación de AVE con el presidente de la Generalitat es fluida.

Así lo reconoció el propio presidente, y, según explicó en rueda de prensa, las reflexiones de estos encuentros empresariales han cristalizado en los últimos meses en el Pavace, los acuerdos con las entidades financieras para inyectar liquidez al sistema, el paquete de medidas para dinamizar la economía, "de unos 1.700 millones de euros", o los planes de competitividad.

Sin embargo, Pons, que reconoció que los empresarios están "desconcertados, impactados y asustados" ante la situación que atraviesa la economía, invitó al auditorio de empresarios y políticos, entre los que se encontraban los consejeros de Economía e Industria, a asumir, "todos", responsabilidades. "No podemos ni debemos mirar a otra parte", conminó.

En ese tono autocrítico, confesó que "políticos, bancos, empresarios y ciudadanos" se han dejado llevar por una euforia "que debía haberse ordenado y tranquilizado de alguna manera en los últimos años". Asimismo, instó a Camps a ponerse al frente "del proceso que le dé la vuelta a la situación" y a "rebelarse contra el pesimismo de las cifras". "Ahora toca, president, liderar un momento de inflexión en la sociedad, un cambio", le exigió.

Pons le recordó el "importante margen de actuación" que le confiere la representación de la presidencia de la Generalitat y el instrumento de que dispone "a través" de su Gobierno en la Comunidad Valenciana. El presidente de AVE también apeló a la "gran influencia" que Camps tiene en el PP "en Madrid", donde puede aportar sus propuestas "para hacer todo lo posible, en este caso desde la oposición".

Por su parte, Camps, que se comprometió con los empresarios a mantener el nivel de inversión y las partidas destinadas a política social "para mantener el empleo, la prosperidad y el desarrollo", destacó el esfuerzo del Consell para aportar fluidez a la financiación, "dentro de las posibilidades de un gobierno regional" para salir cuanto antes de la situación. En ese sentido, recordó el decreto aprobado por el Consell para avalar la titulización de los préstamos de las entidades financieras.

El presidente de la Generalitat también se refirió a las relaciones de su Gobierno con los de otras comunidades vecinas. Camps resaltó el entendimiento en materia de financiación con el Gobierno catalán, con el que aseguró compartir preocupaciones, complejidad y modelo de financiación de la sociedad del bienestar.

Respecto a Aragón, cuyo presidente, Marcelino Iglesias, protagonizó recientemente un pleno con AVE en Valencia, destacó las conversaciones mantenidas en torno a infraestructuras de interés común, aunque reafirmó que nunca renunciará a pedir los 350 hectómetros cúbicos de agua del Ebro para la Comunidad Valenciana, ni al trasvase Tajo-Segura, ni a la ejecución del trasvase Júcar-Vinalopó.