El jefe del CNI se acoge ante el juez al deber de guardar secreto

El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, se amparó ayer en el artículo 417 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (que dispensa de declarar a los funcionarios que no pudieran hacerlo sin violar un secreto que estuvieran obligados a guardar en razón de su cargo) para no contestar a la mayoría de las preguntas que le formuló el abogado del ex espía Roberto Flórez, acusado de los delitos de traición y revelación de secretos.

Saiz, que compareció como testigo ante el juez de instrucción número 48 de Madrid, Baltasar Fernández, ni siquiera confirmó si es Rusia la potencia extranjera a la que supuestamente Flórez habría vendido información secreta. Pese a ello, fuentes jurídicas destacaron que estuvo relajado y cordial durante su declaración y que renunció al privilegio que le otorga la ley para declarar en su despacho.

Además de Saiz, que ratificó la denuncia interpuesta en julio de 2007, también declaró un experto del CNI sobre el carácter clasificado de los documentos que fueron incautados durante el registro del domicilio del ex espía. Pese a que Flórez lleva casi año y medio en prisión, aún no se había certificado que tuviera en su poder papeles secretos.