El juez afirma que Txeroki ordenó atacar la T-4 en mitad de la tregua
Pedraz procesa al jefe de ETA por los asesinatos de Barajas
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acusado a Garikoitz Aspiazu, Txeroki, jefe de los comandos etarras, de haber ordenado el atentado contra la Terminal 4 de Barajas, en el que fallecieron dos ciudadanos ecuatorianos, "en el verano de 2006", cuando el alto el fuego de ETA no sólo estaba en marcha (fue iniciado el 22 de marzo de ese año y su final se hizo oficial en junio de 2007) sino que se encontraba en pleno proceso de verificación. Es más: los terroristas a los que les encargó el ataque incluso hicieron dos ensayos del atentado en octubre.
Pedraz hace estas afirmaciones en el auto difundido ayer por el que procesa a Txeroki por el ataque de la T-4, en el que, a pesar de saber que el jefe de los comandos etarras está detenido y preso en Francia, ordena su detención y la de Joseba Aranibar, el terrorista que supuestamente reclutó a los autores materiales. El juez detalla paso a paso los últimos días de la preparación del ataque pero, en cuanto al momento en que fue ordenado, es más genérico.
Así, asegura que fue "en verano de 2006", sin más precisiones, cuando "la dirección de la organización terrorista ETA encomendó al comando Elurra colocar una furgoneta bomba en el aeropuerto de Barajas de Madrid". La fecha aproximada de la decisión la infiere de las declaraciones de Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián, ya detenidos y procesados por los mismos hechos.
Entre dos advertencias
Este dato supone que, entre cinco y seis meses después de declarar la tregua, ETA ya había planificado romperla y había diseñado varios atentados. De hecho, ya en agosto, cuando el Gobierno acababa de culminar la primera verificación de que la banda había detenido sus actividades, ETA advirtió del "estancamiento del proceso". Y justo en su zutabe (boletín interno) de octubre advertía de que el proceso se rompería si por parte del Gobierno "no hay pasos visibles durante este otoño".
Fue precisamente entre esas fechas cuando Txeroki dio directamente la orden de perpetrar el atentado, según el auto de Pedraz, durante una reunión en el monte Auza, en el valle de Baztán, donde les precisó cómo debían ejecutar el ataque. Incluso les explicó "el día, hora y lugar donde recoger la furgoneta bomba". Los criminales elegidos, "para tener preparado su posterior desplazamiento para colocar la bomba", "realizaron en dos ocasiones un itinerario en vehículo desde Navarra hasta el aeropuerto de Barajas".
Uno de estos desplazamientos lo hicieron entre el 21 y el 22 de octubre de 2006, en un coche alquilado. Es decir, más de dos meses antes del atentado de la T-4 y sólo dos o tres días antes del robo de 350 pistolas en una armería de Vauvert (Francia). Este último hecho provocó que el Gobierno de Rodríguez Zapatero abriera un nuevo proceso de verificación de la tregua.
El juez Pedraz valora los daños en la T-4 (sin contar las indemnizaciones a las dos víctimas) en 26,7 millones de euros y reclama a los procesados una fianza de 35 millones de euros, aunque ya da por hecho en su escrito que se declararán o que son insolventes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.