Una dirección que no confunda el Gobierno con el partido
La dirección de ICV que hoy votarán los delegados reflejará el ascenso de Joan Herrera, llamado a sustituir a Joan Saura al frente del partido dentro de cuatro años. También intentará evitar errores del pasado. Saura ha dado la consigna de evitar que la dedicación al Gobierno catalán mine la organización del partido. Con todo, ni Joan Saura, presidente, ni Joan Herrera, secretario general, darán ejemplo, pues mantendrán sus cargos en el Gobierno catalán y en el Congreso de los Diputados. Se han comprometido, eso sí, a dedicar más horas al partido.
Quien sí se volcará al cien por cien en ICV, sin ningún cargo público será el nuevo secretario de Organización, Lluís Moreno, a su vez vicepresidente del partido. El encargado de coordinar partido y Gobierno será Joan Boada, fontanero de Saura en Interior, donde ejerce como secretario general.
El único partido que no ha logrado colocar ninguna consejera en el Gobierno catalán tendrá más mujeres en la dirección, empezando por tres vicepresidentas: la diputada Laia Ortiz; la directora general de Juego, Mercè Claramunt, y Hortènsia Grau, directora de Interior en Tarragona. La diputada Dolors Camats asumirá la portavocía en el Parlament y Laia Ortiz será vicepresidenta y portavoz del partido.
Saura ha querido reconocer la trayectoria del hasta ahora secretario general, Jordi Guillot, con otra vicepresidencia. Guillot será uno de los últimos representantes de la generación del PSUC en la cúpula del partido. Jaume Bosch, hasta ahora portavoz parlamentario, será el nuevo presidente del grupo de ICV-EUiA. Todos estos cargos serán ratificados hoy, pero fuentes del partido lo daban por hecho.
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