Lukoil acepta la condición de que Repsol siga dirigida por españoles

El mapa energético español está a punto de culminar una transformación histórica por sus implicaciones económicas, políticas y estratégicas. La multinacional rusa Lukoil tiene ya encarrilada su negociación a varias bandas para hacerse con el 30% de Repsol, la gran petrolera española. A las obligadas prisas de Sacyr por vender a los rusos su 20% de Repsol se sumaron ayer otros que, como La Caixa o Mutua Madrileña, también están dispuestos a colocar sus acciones de la petrolera a la empresa moscovita. Frente a los recelos que por toda Europa levantan las multinacionales rusas, el Gobierno ha exigido que la dirección de Repsol siga en manos españolas, aunque Lukoil se haga con el mayor paquete de acciones, que le dará cuatro de los 16 asientos en el consejo de administración. Los rusos aceptan la exigencia, y ayer negociaban con varios bancos españoles la fórmula financiera del plan, que pasa fundamentalmente por que Lukoil asumiría los créditos de Sacyr que tienen como garantía las propias acciones de la petrolera. En total, 5.200 millones de los 6.500 millones que pagó en su día la constructora por el paquete de la petrolera. Otros 3.000 millones, destinados a comprar el 9,9% restante, estarían siendo negociados con otras condiciones.