Los bancos exigen más garantías a la firma rusa para financiar la compra

El mismo dinero que sirvió a Sacyr para financiar la compra del 20% de Repsol es el que la rusa Lukoil quiere utilizar para desembarcar en la petrolera española. La Caixa se reunió ayer con los bancos directores del crédito sindicado de 5.200 millones que tiene Sacyr y les transmitió el interés de la petrolera rusa en subrogarse en el papel de deudor. El ambiente entre los bancos es favorable a esa transmisión, pero las entidades exigen más garantías a Lukoil para permitir financiar la operación por esa vía.

En unos tiempos de sequía crediticia, una operación como la compra del 30% de Repsol es muy difícil de financiar, incluso para una petrolera de la envergadura de Lukoil. Por eso, la llave que puede abrir la operación es el propio crédito de 5.200 millones que financió en buena medida la compra del 20% de Repsol por Sacyr.

El préstamo es de 5.200 millones, pero el 20% de Repsol vale 3.400 millones

Santander, Caja Madrid, Citi y Calyon dirigen el crédito

La Caixa asumió ayer informalmente el papel de representante de Lukoil para plantear a los bancos esa subrogación. Representantes de la entidad catalana se reunieron con banqueros del Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon. Esas cuatro entidades son las directoras de un crédito sindicado en el que participan 25 bancos y que fue concedido a Sacyr en los no tan lejanos tiempos del dinero fácil y barato. La entidad dijo que acudía "en concepto de posible financiador de la operación".

La reunión se celebró ayer por la mañana en Madrid y en ella no hubo ningún representante de la empresa rusa. Tampoco había nadie del grupo constructor que preside Luis del Rivero.

Los bancos, con todo, tienen amarrado el crédito con garantías para cubrirse de las posibles dificultades financieras del deudor. Para empezar, las entidades financieras se quedaron en prenda con el 20% de Repsol que el grupo constructor había comprado. Según la cotización de la petrolera española ha ido cayendo en Bolsa, el valor de las acciones ya no daba seguridad suficiente a los bancos que, de acuerdo con lo estipulado, han ido exigiendo garantías adicionales. Sacyr ha dejado también en prenda las acciones que controla en Testa, su inmobiliaria patrimonialista, que es el negocio menos tocado y más recurrente en la familia del ladrillo.

Para traspasar el préstamo a Lukoil, por tanto, ya no basta con que deje en prenda las propias acciones que compra, sino que los bancos necesitan más garantías, según trasladaron ayer a La Caixa las entidades directoras del crédito sindicado. Los bancos son conscientes de la difícil situación financiera de Sacyr y en cierto sentido puede ser hasta un alivio que el crédito se traspase a Lukoil, pero siempre con esa salvedad. Además, las garantías serán claves para convencer a las 25 entidades de que acepten el cambio de titularidad.

En la actualidad, el 20% de Repsol vale en Bolsa 3.400 millones. Puesto que Lukoil quiere comprar no un 20% sino hasta un 30%, los bancos admitirían esa participación (5.100 millones) y algún activo más como garantía, pero eso trasladaría el problema a cómo financiar la compra del otro 10% que le quieren vender a la rusa La Caixa, Caixa Catalunya y Mutua Madrileña.

Fuentes financieras señalan que lo habitual es que se entre a discutir la financiación cuando ya hay acuerdo sobre el precio, pero en este caso no está tan claro que ese sea el orden.

Sacyr quiere recuperar los 26,7 euros por acción que pagó por Repsol, lo que supuso una inversión de unos 6.500 millones. Varias fuentes sostienen que la petrolera rusa está dispuesta a pagar esa cifra, pero otras dicen que no hay acuerdo aún sobre el precio y que Lukoil es consciente de que las acciones de Repsol cotizan a 13,91 euros en Bolsa y que no aceptará pagar casi el doble de esa cifra. El precio y las condiciones de financiación pueden entremezclarse en el tramo final de las negociaciones.

La petrolera rusa intentará minimizar la parte de capital propio que arriesga en la operación, de modo que las condiciones financieras se han convertido en factor clave para el desenlace.