Barcelona ambiciona ser la puerta de la inversión china en el Mediterráneo

China es hoy uno de los mercados más codiciados. En plena crisis financiera, el gigante asiático saca pecho con un crecimiento económico que todavía roza el 10% y con el mayor volumen de reserva de divisas del mundo. Desde ayer, más de 600 presidentes y consejeros delegados de todo el mundo, pero sobre todo asiáticos, se reúnen en el Global China Business Meeting, una suerte de Davos sobre este país que este año se celebra en Barcelona con la Casa Àsia como anfitriona. Y en una cena repleta de directivos del cuarto inversor mundial, la ciudad se postuló como la plataforma para ser la vía de entrada del capital chino en las dos riberas del Mediterráneo.

"El siglo XXI arrancó el 8 de agosto de 2008". Con esta referencia a la fecha de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, resumió el papel clave que desarrolla China. Su creciente potencia mundial es abrumadora. Ya es el segundo exportador y el tercer importador de todo el planeta. "No hay duda de que el siglo XXI será su siglo", afirmó el director general de La Caixa, Juan María Nin.

Siete de cada 10 inmigrantes chinos son clientes de La Caixa

Por ello, las administraciones catalanas dejaron claro ante los empresarios chinos que Barcelona, flamante sede de la Unión por el Mediterráneo, debe ser la plataforma de aterrizaje del país asiático en la región. El presidente de la Generalitat, José Montilla, afirmó que una de las bazas es el puerto de la capital catalana, con un tráfico con varias ciudades chinas que crece a un ritmo del 30% anual. "Nuestra ambición es ser la puerta de entrada euromediterránea y latinoamericana de Asia", aseguró.

Todas las instituciones se encargaron desgranar los múltiples acuerdos políticos, económicos y culturales que se han alcanzado con China, que en especial arrancaron con el acuerdo estratégico firmado en La Moncloa en 2004, con el que España se convertía en socio preferente del país asiático. Pero también están los vínculos culturales. La capital catalana estará en la Innovation & Design Expo de Hong Kong en diciembre y en la Expo de Shanghai de 2010, y ese mismo año albergará el foro entre España y China. "Barcelona, sede de la Unión por el Mediterráneo, es la puerta natural de Asia en la región", insistió el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu.

"China es el gran motor ante los ojos de todos", agregó el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Y los sectores donde España puede hincar mejor el diente son, según Sebastián, las infraestructuras, las energías renovables, la biotecnología, el sistema financiero, las telecomunicaciones y el tratamiento de aguas.

Además China tiene presencia a través de la inmigración, que constituye una importante colonia, recordó Montilla, con un gran "dinamismo empresarial y comercial". Otra oportunidad que aprovecha, por ejemplo, La Caixa, que con 80.000 clientes procedentes de China copa casi el 70% de toda la comunidad en España. A ello se añade su cuota de mercado del 10% como intermediario en los flujos comerciales entre ambos países y su participación del 9,9% en Bank East of Asia. La Caixa estudia, además, abrir su segunda oficina en China.