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Tribuna:Economía global
Tribuna
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Un universo diverso

Sonsoles Castillo

La elevada incertidumbre que caracteriza a la economía mundial ha llevado a los inversores a tomar posiciones defensivas. Esto se ha traducido directamente en una recomposición en las que los activos/países considerados menos arriesgados ganan peso en detrimento de otros más arriesgados. En episodios anteriores, las economías emergentes eran las primeras en sufrir los efectos del aumento de la aversión global al riesgo. Los spreads riesgo país se disparaban, las bolsas se hundían y, sobre todo, los tipos de cambio experimentaban fuertes presiones depreciatorias que en muchos casos terminaban arrastrando a las economías a crisis.

En el episodio actual, algunas cosas han cambiado. Si bien es cierto que la penalización a las economías emergentes se ha terminado produciendo, no estamos hablando de crisis sistémica en las economías emergentes. Más bien estamos ante un contexto en el que los inversores, a pesar de retraer capitales de estas economías, están diferenciando dentro de este universo emergente. Así, en las últimas semanas hemos asistido a rebajas de rating que han afectado fundamentalmente a economías de la Europa emergente como consecuencia de su mayor vulnerabilidad.

Igualmente, algunas economías emergentes parecen haber adquirido un nuevo estatus en la esfera internacional a juzgar por las decisiones adoptadas por algunos bancos centrales y organismos internacionales. Hace apenas unas semanas la Reserva Federal de EE UU anunciaba la creación de un acuerdo con los bancos centrales de cuatro economías emergentes como México, Brasil, Corea y Singapur al estilo de los que tiene con bancos centrales de países desarrollados. Con la creación de nuevas líneas de liquidez, la Reserva Federal pone a disposición de estos bancos centrales dólares para afrontar las tensiones de liquidez que han empezado a sufrir en los últimos meses. Esto significa que la Reserva Federal está dispuesta a admitir el riesgo de contraparte de estos países, esto es, los considera suficientemente solventes.

En el mismo sentido, aunque en este caso no es algo tan novedoso, el Fondo Monetario Internacional también anunció la creación de una nueva línea de liquidez de corto plazo. A diferencia de sus programas condicionales tradicionales de rescate (stand by arrengements), como los lanzados recientemente para apoyar a Hungría, Islandia, Ucrania o Georgia, la nueva fórmula, no condicional, está diseñada para atender las necesidades transitorias de liquidez de economías con una buena gestión de su política fiscal y servicio de la deuda sostenible. De nuevo aquí el FMI respalda la buena gestión macroeconómica de las economías emergentes, entre ellas, buena parte de los países de América Latina.

Estas medidas sin duda son bienvenidas, de hecho, la reciente reducción de las primas de riesgo de estos países podría explicarse en parte por este motivo. Lo cual lleva a plantear, por ejemplo, si la medida de la FED podría pasar de tener un carácter transitorio a uno más permanente.

Sonsoles Castillo es economista jefe de Análisis Transversal Economías Emergentes del Servicio de Estudios BBVA

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