El Gobierno refuerza el control a la contratación ilegal en el campo

La crisis económica y los excedentes de mano de obra procedentes de otros sectores productivos ha puesto en alerta a los sindicatos agrarios y a la propia Administración, que temen que la tensión social se traslade a las campañas agrícolas.

UGT ya ha denunciado "prácticas mafiosas" en la recogida de la naranja en La Vega de Sevilla por parte de empresarios que pagan por debajo del convenio del campo. Dentro de dos semanas se inicia la campaña de la aceituna, que sólo en Jaén reúne a más de 100.000 personas, entre ellas unos 7.000 inmigrantes. Con los antecedentes de otros años -donde los sindicatos han denunciado centenares de casos de contratación irregular- y teniendo en cuenta el escenario actual, la Subdelegación del Gobierno ha anunciado que reforzará los controles contra la contratación irregular, duplicando el número de inspectores de trabajo y habilitando por vez primera tres equipos volantes diarios compuestos por funcionarios y Guardia Civil que visitarán los tajos para comprobar que los empresarios cumplen con las condiciones laborales y no recurren a mano de obra ilegal.

También los sindicatos han anunciado que reforzarán sus equipos de inspección ante el temor de que muchos empresarios se aprovechen de los excedentes laborales para pagar por debajo de lo establecido por el convenio del campo.El subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, es consciente de que la actual situación económica, unida al número de trabajadores excedentes procedentes de otros sectores -más de 15.000 parados andaluces se han inscrito para participar en la campaña olivarera jiennense- puede ser un "caldo de cultivo" para favorecer las contrataciones irregulares en el campo.

Las multas por contratación irregular pueden ascender hasta los 12.000 euros. Calahorro destaca los tres golpes que la Guardia Civil ha dado durante el último año en la provincia desarticulando mafias que estafaban a inmigrantes ilegales a los que prometían su regularización.

El sindicato CC OO denunció que en la pasada campaña oleícola trabajaron unos 2.100 inmigrantes ilegales en Jaén, el 30% de todos los llegados a la provincia, lo que dio lugar a un importante fraude a la Seguridad Social. "Si eso pasó entonces, este año el terreno está abonado para que empresarios sin escrúpulos sigan utilizando a estos inmigrantes como esclavos", asegura, contundente, el secretario de CC OO en Jaén, José Moral.

Este sindicato presentó la campaña anterior 150 denuncias por distintas irregularidades laborales, pero sólo cuatro terminaron en los juzgados de lo Social y otras seis ante la Inspección de Trabajo. Moral considera "inaudito" que muchos empresarios sigan recogiendo a los inmigrantes por las mañanas en las plazas de los pueblos, los lleven al tajo y, por la tarde, se desentiendan de ellos.

Precisamente empresarios y sindicatos se encuentran en plena negociación del convenio del campo en Jaén, donde los segundos quieren incluir este año, por vez primera, la obligación empresarial de garantizar un alojamiento a los temporeros. "El sistema actual es perverso, hay que aprobar esa cláusula en los convenios porque Jaén es de los pocos lugares donde los empresarios no están obligados a dar alojamiento", refrenda el subdelegado del Gobierno en Jaén, que aboga también por la contratación en origen de los temporeros -como ocurre mayoritariamente en la campaña de la fresa de Huelva- como vía para acabar con la masiva llegada de inmigrantes semanas antes del inicio de la campaña, como ha vuelto a ocurrir este año.

También UGT ha anunciado su intención de reforzar los equipos de inspección, principalmente en las campañas agrícolas de la aceituna (Jaén y Córdoba), la fresa (Huelva) y los cultivos hortofrutícolas (Almería). "Es cierto que se dan las condiciones para temer que se abaraten los salarios, pero los patronos tienen una gran oportunidad de comportarse como verdaderos empresarios", señala Pedro Marcos, responsable regional de la Federación Agroalimentaria.