La policía interviene otras 500 obras de arte en la 'operación Malaya'
Los agentes embargan además una finca en Granada con 58 caballos
La enmarañada madeja se torna más transparente. Dos años y medio después, los investigadores del caso Malaya prosiguen descubriendo bienes vinculados a la red de corrupción desarticulada en Marbella. Esta semana ha sido el turno del arte, y entre Córdoba y Marbella los agentes han intervenido al menos 917 piezas de orden del juez, Óscar Pérez, y que los expertos en arte consideran obras verdaderas.
Entre ellas, cuadros de gran valor atribuidos a pintores cotizados como Sorolla, Tapies, Dalí o Miró, y cuya propiedad la policía atribuye a los empresarios Carlos Sánchez y Andrés Liétor. Los investigadores sospechan que tras estas obras se oculta el ex asesor de Urbanismo. "Roca se ha valido de estas personas para la adquisición de obras de arte a diferentes proveedores, utilizada para blanquear fondos", detallaba el auto de procesamiento del caso.
La primera colección se localizó en varias naves de Córdoba del empresario Rafael Gómez, Sandokán, donde se ocultaban 410 obras. El segundo registro se practicó en la sede marbellí de la empresa CCF21, sociedad administrada por Sánchez. La suma de las piezas incluía 200 cuadros, 300 litografías, siete grandes esculturas de bronce y una colección de figuras de arte africano. Finalmente, los agentes registraron y embargaron una lujosa finca en Alhama de Granada, valorada en más de 15 millones, con antigüedades y un picadero con 58 caballos.
Los nuevos registros están motivados por un posible delito de alzamiento de bienes por parte del empresario granadino Carlos Sánchez. En la voluminosa causa, el promotor está acusado de cohecho por abonar 5,3 millones de euros a Juan Antonio Roca en comisiones ilegales por cinco operaciones urbanísticas, según subrayó el primer juez instructor del caso, Miguel Ángel Torres. Ahora, las investigaciones policiales "ofrecen claros indicios" de que el promotor trasladó 410 obras de arte desde Marbella hasta Córdoba, "estando preparándose su posible venta", según un auto del juez instructor, Óscar Pérez, difundido ayer por Efe.
El juez recuerda que ni Sánchez ni Liétor han abonado su fianza por responsabilidad civil, que asciende a 20 millones de euros cada uno. Además, el magistrado instructor justifica el registro de la finca granadina dadas "las relaciones" de Sánchez con el ex asesor urbanístico. El auto de procesamiento no alberga dudas al respecto, cuando detalla la composición de la sociedad Mediterránea de Inmuebles, una de las 44 sociedades en las que invirtió el ex asesor: "Roca era el socio oculto de esta sociedad junto a Carlos Sánchez y Andrés Liétor, habiéndose localizado varias escrituras originales relativas a esta sociedad".
De momento, al estar los implicados ya imputados, la policía no ha detenido esta semana a ningún protagonista. Durante los próximos días los implicados declararán previsiblemente ante el juez para revelar la procedencia de las obras intervenidas. Si finalmente la policía acredita que la compra de estas obras se produjo gracias a los fondos ilícitos obtenidos por Roca gracias a convenios urbanísticos ilegales, el destino del dinero invertido en colecciones artísticas superará las 1.300 obras intervenidas por la policía.
Sánchez reconoció ayer que "todas las obras intervenidas esta semana" son de su propiedad, y explicó que se las había cedido a su "amigo" Rafael Gómez, conocido como Sandokán. "Las necesitaba Rafael para hacer frente a un pago, por si a Hacienda les interesaba. Es una sencilla operación mercantil", explicó sorprendido. Fuentes de la empresa Arenal 2000, propiedad del empresario cordobés Rafael Gómez, confirmaron dicha versión. Sánchez rechazó las múltiples acusaciones vertidas en su contra y afirmó que la policía "ha engañado miserablemente al juez". "Sólo administro las obras para una sociedad. Roca no tiene nada que ver conmigo. Yo soy coleccionista antes de que Roca supiera lo que es un calendario", afirmó.
La investigación concede a Sánchez un papel protagonista en los beneficios procedentes del saqueo producido en Marbella, y junto a Roca también figura en el auto de procesamiento como socio del constructor José Ávila Rojas, con quien comparte negocios en Granada y la República Dominicana. La finca embargada ayer al empresario granadino Sánchez le fue vendida el pasado febrero por una empresa representada por Andrés Liétor por 10,7 millones de euros. Liétor y Sánchez son a su vez socios.
En el interior de la lujosa propiedad, valorada en 15 millones de euros, de sus paredes colgaban obras de arte religioso y en sus salones había antigüedades. La finca cuenta con un museo que posee colecciones de máquinas de coser antiguas, aperos de labor y diversos objetos catalogados como antigüedades. Además, en sus dependencias se encuentran numerosas obras de arte cuyo valor ayer la policía no detalló. Además, la finca dispone de una capilla que contiene obras de arte religioso, un gimnasio, salón de juegos y una biblioteca. Al igual que la finca donde Roca disfrutaba en Jimena de la Frontera (Cádiz), esta casa de campo también contaba con un picadero con 58 caballos, cuyo cuidado pasará a partir de ahora previsiblemente a un administrador judicial que vigile su mantenimiento.
Dos años y medio después, los investigadores continúan descubriendo nuevas conexiones que permitieron blanquear el ingente patrimonio fruto del urbanismo desmedido marbellí.
Bienes intervenidos
- 410 obras de arte de autores como Sorolla, Tàpies, Dalí y Miró, localizadas en Córdoba.
- 200 cuadros, 300 litografías, 7 esculturas de bronce de gran tamaño y una colección de arte africano intervenidos en Marbella.
- Embargada una finca de lujo en Granada con un picadero de 58 caballos, antigüedades, gimnasio y una capilla con obras de arte.
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