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ESPACIO | Naves controladas desde la Tierra | Futuro

Termina una misión en Marte y empieza otra en la Luna

Los ingenieros de la NASA creen que no volverán a saber nada directamente de la nave Phoenix, que está en la superficie de Marte, cercana al Polo Norte. La progresiva oscuridad, con el consiguiente descenso de temperaturas, impide que se recarguen las baterías solares de la sonda, que llegó al planeta rojo el pasado 25 de mayo para una misión científica de tres meses. El 2 de noviembre se recibió la última comunicación, unas semanas antes de lo que los técnicos esperaban. El año marciano es equivalente a dos años terrestres y, dada la latitud en la que está la Phoenix, a partir del 1 de abril no verá el sol durante tres meses. Hasta octubre de 2009 no dispondrá de luz solar suficiente para poder revivir, pero los ingenieros creen que no lo hará, por las bajísimas temperaturas a las que habrá estado sometida.

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Sin embargo, muchos de los datos que ha mandado la sonda están todavía por analizar y los científicos esperan obtener más, que se añadirán al análisis del suelo y del hielo de agua que Phoenix ha confirmado que existe bajo la superficie.

Mientras esta misión termina, comienza otra en la Luna, en cuya órbita se situó el pasado domingo la nave india Chandrayaan-1, que lleva equipos europeos y estadounidenses. Cuando alcance una órbita polar y circular a una altura de 100 kilómetros, soltará una sonda que impactará en la superficie y encenderá los demás instrumentos.

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