Cataluña y Galicia no logran acercar posturas en financiación

Los dos frentes autonómicos en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica se mantienen. Los Gobiernos de Cataluña y de Galicia evidenciaron ayer sus diferencias sobre los factores que, a su juicio, deberían primar en el cálculo de las necesidades de gasto de las comunidades y sobre el grado de nivelación (de solidaridad).

La Generalitat de Cataluña considera que el factor que debe pesar más es la población, corregida por la inmigración y los costes diferenciales (la carestía de la vida) y que el mecanismo de solidaridad garantice los mismos recursos por ciudadano en educación, sanidad y servicios sociales. La Xunta de Galicia quiere que se tenga en cuenta los sobrecostes que le genera en la prestación de servicios el envejecimiento de su población y la dispersión territorial. Y asegura que la nivelación debe afectar a "todos los servicios en que las comunidades tienen competencias", no sólo los tres anteriores, recordó ayer el consejero gallego de Economía, José Ramón Fernández.

Éste se reunió con su homólogo catalán, Antoni Castells, aprovechando su participación en un debate universitario sobre financiación. Ambos, socialistas, se esforzaron en señalar los puntos de "unión": la voluntad de reformar el modelo actual y la exigencia de mayor autonomía financiera.

En el debate, también participó el consejero madrileño, Antonio Beteta (PP), que se arrimó más al frente mediterráneo (Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares), al defender que prime la población, que las diferencias en la financiación por habitante se "estrechen" y que "no se penalice a los territorios más dinámicos".