Peleas, reconciliaciones y rodillo

A un lado del salón de plenos, apretujados y aparentemente bien avenidos, se sientan 33 individuos con una fuerza democrática suficiente para hacer lo que les dé la gana. Mayoría absoluta. Al otro lado, dejando varias calvas en las bancadas, se sientan otros 23 sujetos (hombres y mujeres también): cinco de un equipo y 18 de otro. Piensan de forma más parecida que los que tienen enfrente. En algunos lugares de España, incluso gobiernan juntos. Pero en Madrid da la sensación de que no se tragan. "Por el grupo socialista, tiene la palabra don Ángel Pérez. Perdón, por IU. Hoy no es el día para esta equivocación", afirmó y corrigió el alcalde con enorme retintín ayer durante el pleno.

Lucas a Gallardón: "La prepotencia no es buena compañera".

- Mal rollo entre PSOE e IU. Minutos antes, el portavoz de IU, Ángel Pérez, había arremetido contra el PSOE burlándose de su propuesta para la creación de una mesa de trabajo para configurar los presupuestos definitivos. "Claro. Sólo faltaría que el concejal de Hacienda se derrumbara, se pusiera a llorar y dijese que se ha equivocado con los presupuestos. Éste es un gobierno de derechas, pero es serio. Por eso yo también pido seriedad [dijo mirando a los socialistas], porque luego soy yo el de los chistes". Y votaron en contra de la propuesta socialista.

El portavoz del PSOE, David Lucas, captó el mal rollo. Pero primero apostilló: "Hoy hace gala de una seriedad ausente en otros plenos. Pero no creo que debamos empezar a enfrentarnos. Nos une más de lo que nos separa".

- Botella, el cambio climático y la órbita ideológica de IU. Aznar no cree en el cambio climático. Ni Rajoy, ni siquiera el primo de éste. Así, animada por las creencias de "estas grandes mentes", la concejal de IU, Raquel López, quiso ayer preguntarle a la edil de Medio Ambiente, Ana Botella, si "además de pintar su despacho de verde" sabe cuáles son "los factores que intervienen en el cambio climático y sobre los cuales se puede actuar desde el Ayuntamiento".

Botella regaló un ejemplar del Plan municipal contra el cambio climático a López, donde presuntamente encontrará las respuestas a sus inquietudes. Ésta lo aceptó sólo si previamente se lo dedicaba la titular de Medio Ambiente. Botella, todavía blandiendo el documento, aprovechó para escudriñar tras los restos del telón de acero: "Usted no debe dar lecciones de medio ambiente porque los países, los países... en su órbita de pensamiento han tenido auténticos desastres medioambientales".

- Reconciliación entre PSOE e IU. Todo parecía perdido, pero llegaron los parquímetros, que todo lo curan. Una sentencia ha anulado la ampliación del área de influencia de dichos artefactos. Por eso, el concejal del PSOE Óscar Iglesias pidió al grupo municipal popular que los retire. Algo a lo que, obviamente, el edil de Movilidad, Pedro Calvo, se negó. Este, además, explicó que el procedimiento que se siguió y que ahora anula el tribunal "es el mismo utilizado por el Ayuntamiento de Barcelona".

Pero intervino Ángel Lara, por IU, y sugirió una enmienda a la propuesta. Se pusieron de acuerdo y la redacción final fue "que se suspenda cautelarmente el servicio hasta sentencia firme". Un poco más amigos. Pero ni con ésas. De nuevo fue rechazada. Claro.

- La bondad de Lucas. Llegó ayer Lucas al pleno con planes conciliadores. Obligado por la cúpula de su partido a no votar en contra de los presupuestos municipales, quiso sacar el máximo provecho de la imposición. Ofreció "diálogo" y consenso para abordar los presupuestos. Pero recibió dentelladas tanto de IU como del PP. A pesar de eso, dijo: "Sigo tendiendo la mano, no sé si me la van a morder otra vez. Pero es una oferta cargada de bondad". El PP rechazó su propuesta de formación de una mesa y de que Gallardón se preste a debatir los presupuestos en el pleno extraordinario que se celebrará sobre las cuentas municipales el próximo mes. Se entiende, pues, que se la mordieron de nuevo.

- Gallardón opina en el pleno. El alcalde no debate con la oposición en los plenos. Rara es la vez, al margen de los comentarios y apostillas humorísticas que se permite, en las que Gallardón interviene en una discusión. Pero ayer -dijo él mismo- no pudo resistirse cuando se hablaba de parquímetros y se dirigió directamente a la bancada socialista: "Tengo la impresión de que ustedes no identifican la voluntad de la gente. Hagan un estudio de la evolución del voto en los barrios donde se amplió el SER".

Así, recordando que en la mayoría de áreas de Madrid donde se implantaron los parquímetros hace tres años el PP ha incrementado los votos, Gallardón logró sacar de quicio a los socialistas. "¡La prepotencia no es buena compañera! ¡Veremos lo que pasa dentro de tres años!", le contestó Lucas, mientras el alcalde insistía en la conveniencia de realizar el análisis barrio por barrio. "No use el micrófono para hablar con nosotros si no quiere debatir. ¡Baje aquí!". Y así se violentó todo. La bancada socialista comenzó a rugir. Se animó el público y los 33 individuos del salón de plenos que piensan igual, más el jefe de todos ellos, se fueron a casa habiendo aprobado y rechazado todo lo que quisieron. Como siempre.