Vecinos y políticos se unen contra los ataques a las rampas de Vitoria

Decenas de ciudadanos, acompañados por representantes políticos y vecinales se concentraron ayer frente al Centro Cultural Montehermoso, en Vitoria, para mostrar su rechazo al ataque que sufrieron el pasado sábado las rampas mecánicas del Casco Viejo de la ciudad. Fuentes municipales precisaron ayer que el ataque se realizó a las 13.20, cuando un grupo de desconocidos arrasó con 92 de las cristaleras que recubren este acceso a lo alto del barrio por los cantones de La Soledad y San Francisco. El ataque fue realizado por jóvenes encapuchados que actuaron coordinados, según las primeras investigaciones de la Policía Local de Vitoria y la Ertzaintza.

"Estas agresiones son incomprensibles, porque todo el barrio reconoce las ventajas de las rampas mecánicas, que han mejorado la vida de sus vecinos", reconocía ayer uno de los concentrados, Alberto López de Viñaspre. Muy cerca, el gerente de la Agencia de Renovación Urbana, Gonzalo Arroita, insistía en la urgencia con la que se sustituirán los paneles atacados, "aunque la reparación se prolongará, cuando menos, durante un mes", se lamentaba.

El del sábado ha sido el ataque más virulento que ha sufrido este acceso mecánico desde su puesta en marcha en enero de 2007, aunque casi todos los fines de semana son objeto de actos vandálicos. El Ayuntamiento invirtió seis millones de euros en su construcción, a partir de un proyecto del equipo de arquitectos de Roberto Ercilla y Miguel Ángel Campos, apoyado por todo el pleno municipal. Pero las rampas fueron rechazadas por parte de los vecinos que criticaron esta infraestructura por su estética agresiva, ajena al urbanismo del Casco Viejo de Vitoria. Miren García, quien ayer pasó por delante de la concentración, aunque no participó en la misma, reconocía su rechazo a las rampas. "Ahora bien, tampoco entiendo la agresión que reciben continuamente. Son feas, no me gustan, pero también son útiles. Los vecinos las usan, sobre todo en días como el de hoy", comentaba, mientras se guarecía bajo los aleros del Centro Cultural Montehermoso.

Los ataques se han sucedido desde su puesta en marcha y en su reparación el Ayuntamiento ha invertido más de 400.000 euros. Después de los sucesos del sábado, se van a extremar las medidas de seguridad con la colocación de sensores que transmitan en tiempo real cualquier incidencia.

Hasta el momento, las grabaciones de vídeo se revisan una vez al día, lo que impide el control inmediato de los sabotajes. Además, el Ayuntamiento estudia la protección de las rampas con patrullas de la Policía Local durante los fines de semana.