CC OO espera de Kutxa el "último empujón" para cerrar el pacto

Comisiones Obreras confía en que Kutxa aporte el "último empujón" al proceso de negociación que se mantiene abierto entre ambas partes y el PNV para así cerrar el pacto que encarrile la fusión entre las dos principales entidades financieras del País Vasco. "Todos somos optimistas, pero también éramos optimistas hace una semana y hace dos, cuando en realidad nos sigue quedando sólo el empujón definitivo para decir que está todo cerrado", admite una fuente próxima a los negociadores. "Quedan temas fáciles", remarca en un intento de reflejar que el camino se encuentra bastante despejado.

El impulso aportado esta semana a las negociaciones a tres bandas viene a confirmar que tanto el PNV como Kutxa están especialmente interesados en apretar el acelerador para conseguir que el proceso de fusión sea una realidad a partir del 1 de enero de 2009. Quienes vienen sondeando las posibilidades de un pacto admiten que "hay tiempo, por supuesto, para llevarlo a cabo". Así, aunque inicialmente se pensaba que el límite para cerrar el pacto no podría superar la primera semana de noviembre, hay quien sostiene, en cambio, que la prórroga podría alcanzar incluso un mes más. "El lehendakari tenía razón cuando dijo que todavía teníamos tiempo porque es verdad", señalaban desde las partes negociadores.

Sobre la necesidad de arrancar un voto más en la asamblea de Kutxa una vez conseguido el acuerdo con CC OO, los promotores de esta fusión a dos descartan las opciones de ELA y del PP y prefieren refugiarse en la casuística aunque "suene a riesgo". "Es que es muy difícil que en una asamblea de 100 personas como es la de compromisarios, vayan todos en el día que se convoque". Con ello se vuelve a seguir apostando, como alternativa recurrente, a la reducción de quórum para que así el acuerdo mayoritario en favor de la fusión salga adelante.

Por su parte, a los negociadores no les inquieta que en los últimos días Ezker Batua haya alzado la voz para advertir que "?no se dé por asegurados sus votos en favor de la fusión". Para quienes conocen la situación real, esta leve intimidación podría responder más al "lamento porque no se les ha tenido mucho en cuenta" que a un reflejo de su voluntad "que está clara en favor del acuerdo".