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Las notas de los excelentes

Madrid estrena una escuela de música y un auditorio con entrada libre

Rosa Rivas

"No hay estética sin ética. Ninguna ética sin estética". Unas palabras en latín y las notas de unos pentagramas minimalistas que surgen de las ventanas dan idea de lo que puede esconder un edificio reluciente -de granito, cristal y acero cortén- engarzado entre la realeza de la plaza de Oriente: el Palacio y el Teatro.

También dan pistas media docena de chicos y chicas reunidos en la puerta con sus bichos a la espalda. Sus instrumentos, con fundas plateadas o de colores sobrios salpicados con pegatinas, van acordes con su indumentaria. ¿Hacen música rock? ¿Le dan al hip-hop? No. Lo suyo es Mozart o Shostakovich.

Esa babel que habla en inglés, ruso, francés o español con múltiples acentos y que disfruta con el entorno cultural del Madrid de los Austrias son jóvenes valores (incluso genios en ciernes) que estudian en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. "Me machaco de 10 a 10", dice con una sonrisa la violinista Elena Rey. Como esta alumna de Girona, de 22 años, un centenar de estudiantes dedican su tiempo a la música en este centro académico, nacido en 1991 bajo la batuta de Paloma O'Shea, impulsora del prestigioso concurso de piano que lleva su nombre y presidenta de la Fundación Albéniz. Tras crecer en Pozuelo -y con 300 ex alumnos repartidos por orquestas del mundo y con premios en su currículo-, esta factoría de la excelencia musical, como gusta llamarla su promotora, se mudó en septiembre pasado a su nueva sede urbana. En la plaza más musical del Madrid histórico pretende seguir fraguando un modelo pedagógico para talentos españoles e internacionales.

Unas cámaras robotizadas captan los ensayos e interpretaciones
Para entrar hay un criterio estricto. Alumnos y profesores son de élite

Y no sólo están de estreno alumnos y profesores. El público madrileño tendrá a partir de noviembre una nueva sala de conciertos para 450 personas, con entrada gratuita, donde comprobará las cualidades acústicas y el virtuosismo del que son capaces los estudiantes de un centro "donde hasta los principiantes son buenos", aseguran sus maestros.

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Elena, Ana María, Pedro, Nelly o Simon pueden ir a clase con el violín o el contrabajo y un lápiz USB. Las interpretaciones de alumnos y profesores se graban. Les sirven a ellos y a la comunidad internacional que accede a la escuela virtual en www.magistermusicae.com. En complicidad con las tecnologías más avanzadas, aulas y cabinas de ensayo -que se pueden reservar por Internet- hierven continuamente de sonidos, de lunes a domingo.

Ese machaque gustoso del que hablan los alumnos también lo viven los profesores, sobre todo las figuras invitadas, que aprovechan al máximo su estancia. La semana entrante se agudizarán las jornadas intensivas, pues la escuela vivirá la semana Mehta, llena de emoción y nervios. El maestro Zubin Mehta dirigirá un concierto -todo Mozart- el próximo 2 de noviembre, que supondrá la puesta de largo del auditorio y es un regalo de cumpleaños para una gran melómana, la reina Sofía, que da nombre a la escuela.

"Esta escuela urbana es un sueño hecho realidad", exclama Paloma O'Shea al ver los frutos de su empeño por la modernización de la enseñanza musical en España. Sin olvidar sus orígenes como pianista, se pasea satisfecha por la escuela, saludando afectuosamente a profesores y alumnos. Está orgullosa de que Ana María Valderrama sea solista de violín con Zubin Mehta. Y la implicación con sus "hijos musicales" ha llegado al punto de hacerles ella un regalo con motivo de su 70º cumpleaños: pidió a una veintena de compositores contemporáneos obras específicas para la escuela. Ya llegaron obras de Stockhausen (justo antes de morir), Tomás Marco, Luis de Pablo, Sofía Gobaidulina, Francisco Kröpfl...

Una alumna de la Escuela Superior de Música Reina Sofía practica en una sala de ensayo.  En la puerta, una pantalla indica  quién y cuánto tiempo ocupa la cabina.
Una alumna de la Escuela Superior de Música Reina Sofía practica en una sala de ensayo. En la puerta, una pantalla indica quién y cuánto tiempo ocupa la cabina.GORKA LEJARCEGI
La profesora de piano Galina Eguiazarova, durante una clase.
La profesora de piano Galina Eguiazarova, durante una clase.GORKA LEJARCEGI

De Pozuelo al centro histórico

- La sede anterior de la Escuela Superior de Música Reina Sofía estaba repartida en unos chalés de Pozuelo de Alarcón. "Rostropovich decía que era para liliputienses. No estaba a la altura de los músicos", recuerda su fundadora, Paloma O'Shea.

- La reina Sofía puso la primera piedra de la nueva escuela el 22 de mayo de 2003.

- El coste del edificio es de 20 millones, incluidos los equipamientos. De esa cantidad, el 40% es de aportación pública (Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, ministerios de Fomento y de Cultura) y el 60% de la Fundación Albéniz, con lo recaudado a través de sus mecenas.

- La nueva sedealberga también a la Fundación Albéniz y el Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid.

- Miguel Oriol, responsable de la reforma de la plaza de Oriente, es el arquitecto del edificio, que ocupa 5.000 metros cuadrados. El terreno (donde antes estaba la Escuela de Arte Dramático y Danza) fue cedido por el Ayuntamiento a la Fundación Albéniz en 1999, con un derecho de uso de 50 años. El Consistorio puede utilizar las instalaciones cinco días al año para actividades culturales.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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