El PSC de Barcelona renueva a fondo su dirección para frenar la sangría de votos

Caras nuevas para acercarse a nuevos votantes y recuperar a los que tomaron el camino de la abstención, que no son pocos. La dirección del Partit dels Socialistes ha recurrido a esta receta para renovar la ejecutiva de la federación barcelonesa del partido, todavía tocada por los discretos resultados de las elecciones municipales de 2007 e inquieta por los avances de Convergència i Unió. De los 26 miembros de la ejecutiva que hoy votará el congreso de la federación, 19 son caras nuevas y tanto el presidente, Jordi Hereu, como el primer secretario, Carles Martí, se estrenan en el cargo. "Es la mejor ejecutiva para repensar la relación con los votantes", dijo ayer Martí.

El PSC ha perdido un tercio de sus votantes en Barcelona desde 1999. Esto se tradujo en las últimas elecciones en un resultado muy ajustado en el que PSC, a la baja, obtuvo 14 concejales y CiU subió de 9 a 12. Martí destacó ayer que la mayor parte de sus antiguos votantes no se han pasado a la competencia, sino a la abstención "tanto en los barrios de extracción más humilde como la gente joven, que no se incorpora a la vida política".

Los socialistas tienen ahora dos años y medio para invertir la tendencia y consolidar a Hereu como alcalde y candidato. La consigna es dedicar todos los esfuerzos a ello. En el aspecto organizativo, Hereu y Martí han decidido sustituir las áreas temáticas de la ejecutiva por secretarías operativas. Esperan, de esta manera, aumentar su eficiencia en los barrios humildes y en zonas con más inmigración.

La ponencia que hoy se aprobará dice que, sin desdeñar la existencia de un gobierno de coalición, el partido debe "poner énfasis en el proyecto propio del PSC". La ponencia inicial apostaba claramente por la reedición del tripartito. La ponencia definitiva también admite que la base electoral del partido ha dado "síntomas de estancamiento".