Los socialdemócratas alemanes cierran filas con la nueva dirección centrista
El congreso del SPD avala con holgura el regreso del equipo de Schröder
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) eligió ayer al ministro de Exteriores y vicecanciller, Frank-Walter Steinmeier, como candidato a la cancillería en las próximas elecciones federales de 2009. El mismo congreso eligió a Franz Müntefering como presidente del partido. Steinmeier, que en septiembre protagonizó el derrocamiento de Kurt Beck como líder del partido, obtuvo una mayoría del 95% de los votos, mientras que Müntefering tuvo que conformarse con el 85%. Los delegados de izquierda mostraron así el descontento por la caída de Beck y el pasado político de los dos líderes, significados artífices de los recortes sociales de los Gobiernos de Gerhard Schröder entre 1998 y 2004. Sin embargo, ambos resultados son lo suficientemente desahogados como para emprender la reorganización de un partido en crisis y hundido en los sondeos.
Steinmeier intenta convencer de que aún puede ganar a Merkel en 2009
En el gran hotel del popular distrito berlinés de Neukölln, elegido para celebrar el congreso extraordinario, se agradecía la tregua que parecen haber declarado al SPD los medios alemanes. Tras meses de devastadoras crónicas que ilustraban el naufragio del que fuera buque insignia de la socialdemocracia europea, el putsch de septiembre abrió una etapa de espera que Steinmeier y Müntefering presentan ahora como "el regreso" del SPD a la carrera por la cancillería. La debacle de los socialcristianos (CSU) en las elecciones bávaras de septiembre y los consiguientes aprietos pasados por la formación de la canciller, Angela Merkel (CDU, partido hermano de la CSU bávara), han puesto algo de viento en las velas socialdemócratas.
Seis semanas después del golpe contra el impopular Beck, cuyo paso por la presidencia del SPD se distinguió por el deterioro electoral y la debilidad de los líderes, el ambiente entre los socialdemócratas es de optimismo cauto. Los aplausos al candidato Steinmeier no fueron eufóricos, pero sí calurosos y sostenidos. También fue calurosa la felicitación de su mentor político y antiguo jefe, Schröder. Propuso Steinmeier al SPD como aspirante firme a gobernar el país y anunció nuevos tiempos para Alemania, que sitúa "ante el umbral de una nueva era". Ésta supondrá "el mayor cambio desde la caída del muro" y el final de "la ideología radical de mercado que empezó con Thatcher y Reagan".
La partitura del ministro de Exteriores y vicecanciller socialdemócrata en el Gobierno de Merkel se ciñó al ritmo que impone la crisis financiera mundial y el esperado deterioro de la economía alemana para 2009. Steinmeier defendió el plan de rescate bancario aplicado por la coalición de Gobierno y la introducción de medidas de reactivación económica. Ayer, el semanario Der Spiegel informaba de un nuevo y multimillonario plan para frenar los efectos de la crisis en la economía real.
Tras atacar a diestra criticando el "zigzag en el rumbo" de la CDU de Merkel y a siniestra tachando de populista al partido La Izquierda, insistió Steinmeier en la firmeza de las posiciones socialdemócratas -lo que también subrayó Müntefering- respecto a la protección contra el despido y a la influencia sindical en las empresas. Las llamadas de Steinmeier a "cerrar filas" y "creer en nosotros mismos" le brindaron más de cinco minutos de aplausos.
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