El burócrata y el veterano
El tándem que tratará de rescatar a los socialdemócratas alemanes de su largo calvario no es del todo nuevo. Frank-Walter Steinmeier, de 52 años, fue jefe de la cancillería en los Gobiernos de Gerhard Schröder, una suerte de hombre de confianza y asistente en la sombra cuya eficacia y lealtad consideraba el canciller a prueba de bombas.
Sobre el estrado redondo y rojo del congreso socialdemócrata, Steinmeier escenificó ayer su transformación: de burócrata semidesconocido a martillo de opositores y banqueros. De hombre en la sombra a estrella del partido.
Su discurso fue el espectáculo del flemático jefe de la diplomacia convertido en profeta de la "nueva era". Anunció el ministro que "ahora han caído los señores del universo". Los banqueros. Entre los periodistas se comentaba cuánto se parece su voz y su entonación a las de su paisano Schröder. Los delegados se levantaron para aplaudir durante seis minutos.
También Franz Müntefering, de 68 años, que regresa a la política tras pasar un año cuidando a su esposa enferma, fue uno de los hombres de Schröder. Lo sucedió en 2004 al frente del SPD. También aquella vez fue en Neukölln, en el mismo hotel. Hace cuatro años, sin embargo, cosechó el 95% de los votos. Ayer cayó al 85%, lo que sigue siendo un porcentaje notable.
Müntefering se encargó de recordar a los delegados la historia de su partido. Citó a Willy Brandt, a los presentes Helmut Schmidt y Gerhard Schröder y recorrió someramente 145 años de socialdemocracia alemana. Tras la exaltación del candidato, la ponderación del presidente. Entre ambos se proponen arrebatarle la cancillería a la democristiana Merkel.
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