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La carrera hacia la Casa Blanca

McCain se lanza a por el voto jubilado de Florida

El candidato republicano tiene los sondeos en contra en este Estado clave

A dos semanas de las elecciones, John McCain se ha dado cuenta de que debe emplear más tiempo en Florida del que imaginaba. Este Estado parecía terreno fértil para una victoria republicana, habitado por una comunidad latina conservadora y por un abundante número de ancianos que se han mudado al sur en busca de una jubilación soleada. Pero casi todas las encuestas le dan una ligera ventaja al senador Barack Obama.

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Por este motivo, McCain ha hecho un paréntesis en su frenética gira por el Medio Oeste. Se ha visto obligado a ponerse manos a la obra bajo el calor de este Estado. "El senador Obama dice que quiere redistribuir vuestra riqueza", dijo el pasado viernes en un mitin en Miami. "Os daré un consejo: vigilad vuestras carteras". No hay acusación demasiado exagerada. En los actos de campaña de McCain en Florida, Obama es un amigo de terroristas, un admirador secreto de Fidel Castro, un enemigo de los jubilados.

Es precisamente en este grupo, el del llamado voto gris, que se estima cercano a los tres millones de electores, en el que McCain confía para lograr la victoria. Con estas personas, lo más efectivo es apuntar al corazón. Así opina James Vourakis, de 73 años y residente en Kendall, al sur de Miami. "Yo soy un demócrata de toda la vida, viví y trabajé en Long Island, y luego me mudé aquí", dice. "Cuando veo a McCain, que es un año más joven que yo, veo a un héroe. La historia de su vida es muy emocionante. Tiene mi voto".

James, por ahora, ha tenido suerte. Tiene ahorros suficientes para seguir tirando y, además, cobra una pensión del Estado de 700 dólares mensuales. ¿Qué pasaría si McCain recortara las prestaciones a los ancianos, en su estrategia de reducir el gasto público? "Si lo tiene que hacer, que lo haga. Yo vivo de mis ahorros. América es un país donde se honra el trabajo. Nadie está orgulloso de cobrar pensiones. Hay cosas más importantes, como la defensa del país".

Estos ciudadanos maduraron en la guerra fría. Para ellos, la palabra socialismo es un anatema maldito. "McCain es un hombre decente y trabajador", dice Betty Bauman, de 79 años y jubilada en Homestead. "Él nos salvará del socialismo". ¿Insinúa que Obama es socialista? "No lo insinúo. Desde Jimmy Carter, los demócratas han soñado con llevarnos al socialismo, y son ellos los que han planificado esta crisis económica". En gran parte procedentes de Nueva Jersey y Nueva York, muchos de estos jubilados son judíos. Por eso, en su visita a Florida, McCain se ha traído a un inesperado compañero de viaje: el senador demócrata convertido en independiente Joe Lieberman. "McCain es el único candidato al que el país le importa más que la política", afirma Lieberman. La visión de estos dos amigos arengando a las masas republicanas aquí es extraña, porque Lieberman fue aspirante demócrata a la vicepresidencia en 2000, el primer judío en llegar tan alto en una candidatura. George Bush obtuvo entonces sólo el 12% del voto judío.

La media que Real Clear Politics elabora con las encuestas realizadas en Florida sitúa a Obama tres puntos por encima. Pero como el viernes dijo el gobernador del Estado, el republicano Charlie Crist, "nunca hay que dar a McCain por muerto". El senador es un experto en dar sorpresas. En enero llegó a las primarias de este Estado lejos de ser el favorito. Había perdido en Iowa, Wyoming, Michigan y Nevada. Pero ganó. Entonces quedó en deuda con Florida. Puede que, dentro de dos semanas, esta deuda se haga más grande. Al fin y al cabo, Bush ya ganó unas elecciones gracias a este Estado.

El candidato republicano, John McCain, en un acto electoral en Melbourne (Florida), el pasado viernes.
El candidato republicano, John McCain, en un acto electoral en Melbourne (Florida), el pasado viernes.AFP

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