¿Españoles o europeos?

Para la política, cuando les conviene somos españoles, y cuando no, somos europeos o, dicho con la diplomacia rancia y de evidencia, españoles y europeos.

No es difícil, entonces, encontrar en la prensa de cada día cómo nuestros políticos -de cualquier signo- asemejan todas sus "conculcaciones" a los otros países de Europa. Más aún con la actual crisis: que si Alemania, Francia, Reino Unido... inyectan tanto para reflotar la banca y garantizar los depósitos; que si tanto para financiar las pymes; que si tanto para relanzar la economía; que si...

Pero aquí en España, por mucho que se empeñen los políticos, todo es diferente. Como lo demuestra el hecho, por ejemplo, de que la banca no está en quiebra como les ocurre a algunas entidades europeas, pues, según la prensa de ayer, en los nueve primeros meses del año han ganado la friolera de 22.400 millones de euros (un 3% más que en el 2007).

Por consiguiente, lo que ocurre, que no nos quieren decir, es que la banca debe refinanciar en el mercado exterior cerca de 30.000 millones de euros antes de fin de año y unos 100.000 millones al final del 2009, que son las cifras de inyección subcutánea de liquidez desde el Estado. O sea, que de lo que se trata es de una "ayuda", seguramente, compensable. Dicho para entendernos: una especie de condonación encubierta de su deuda con el dinero de todos.

¡Ignominioso! Los especuladores de ayer, ahora respaldados con el dinero de todos y sin que nadie los imagine en la cárcel, podrán volver a las suyas con total comodidad y solvencia.