El juez investiga una residencia por la muerte de una anciana

Nadie sabe la hora a la que Candelas Ruzafa, de 86 años, se cayó al suelo de la habitación 250 de la residencia concertada de mayores Amma Alcorcón. Cuando la encontraron, todavía consciente, a las siete de la mañana del pasado 22 de septiembre, dijo que llevaba "tres o cuatro horas" allí tirada, según cuenta su familia. Los médicos de la residencia la visitaron casi dos horas después. Volvieron a las dos de la tarde. Pese a los moratones, la tensión baja y los quejidos de la anciana, no consideraron que debían enviarla al hospital. Al menos no hasta las seis de la tarde de ese mismo día.

"Entonces nos avisaron y nos dijeron que fuéramos a la Fundación Hospital Alcorcón, que a mi abuela la enviaban para allá. La mandaron en una ambulancia sin compañía de nadie de la residencia y sin documentación", recordaban ayer Daniel Mecha y Marta Cadenas, nietos de la octogenaria. Unas 12 horas después de ingresar en el hospital, Candelas murió.

Ahora, los familiares han denunciado a la residencia por considerar que actuó de manera "negligente" y que omitió el deber de socorro. El Juzgado número 7 de Alcorcón estudia el caso. "Consideramos que existe una relación directa entre lo que le pasó a mi abuela y su muerte", explicaron sus nietos, que apuntan a la "falta de personal" como la causa "del mal funcionamiento del centro". Pagaban 1.800 euros al mes por los cuidados a su abuela en la zona privada de la residencia. La dirección de Amma Alcorcón dejó claro ayer que "la relación entre una supuesta falta de atención asistencial y el fallecimiento de esta residente no está confirmada".Los informes de los médicos que esa noche atendieron a Candelas Ruzafa en la Fundación Hospital Alcorcón indican que la gravedad de la paciente impresionaba y que ésta se encontraba "en estado crítico". También establecen como causas posibles de la muerte una sepsis (infección bacteriana) de origen urinario y rabdomiolisis, un síndrome que puede producirse cuando los músculos están dañados y liberan toxinas en la sangre.

La denuncia de los familiares de la anciana fallecida no ha sido la única que ha puesto en el punto de mira a la residencia, situada en Alcorcón y construida sobre suelo público, aunque de gestión privada. Un tercio de sus 180 plazas están concertadas con la Comunidad de Madrid. Una de esas plazas la ocupa Milagros Rodríguez Muñoz, de 82 años. Su hija también ha denunciado a la residencia por negligencia ante la comisaría.

"Yo voy cada día a dar de comer a mi madre, que tiene demencia", explica la hija. El pasado día 22 le informaron de que su madre tenía un pie vendado debido a "unas heriditas". Ocho días más tarde tuvieron que llevarla al hospital ante el riesgo de una gangrena. "En el hospital de Alcorcón me dijeron que cómo habían esperado tanto, que la única solución era ya cortar la pierna a la altura de la rodilla", continúa. Por recomendaciones médicas, Milagros Tudela prefirió no operar a su madre. "Ya no hay solución, según me dicen. Le quedan pocos días", se lamenta, para añadir después: "No tienen personal suficiente, ése es el problema".

La Comunidad vino ayer a confirmar las quejas de escasez de empleados. En un comunicado, la Consejería de Familia indicó que la residencia tiene un expediente abierto "por ciertos problemas de personal", detectados en una visita el pasado 7 de octubre. También la empresa anunció que ha abierto una investigación y que depurará todas las responsabilidades.

El comité de empresa de la residencia denunció ayer que "falta personal" para atender a los mayores. Según su presidente, Francisco Manuel Castaño, "en el turno de tarde hay módulos en los que sólo tres auxiliares atienden a 36 mayores". Castaño, además, puso en duda que el centro cuente con alrededor de 115 trabajadores, como indicó la empresa: "No se llega a 90", precisó.

El Ayuntamiento de Alcorcón (PSOE) difundió los casos en una rueda de prensa. Miguel Ángel Pérez, cuyo padre, Miguel Ángel, está internado en la residencia, decía después: "Mi padre se ha caído cinco veces en 18 meses y en tres ocasiones ha acabado en el hospital", denunció el hijo del anciano, enfermo de Alzheimer, que criticó también "la falta de atención e higiene" del centro.