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Triste aniversario en el río

El Verger se manifiesta un año después de la riada

Estaba encapotado el cielo, casi negro, y el mundo parecía hecho de bruma cuando tañeron las campanas del Ayuntamiento de El Verger y la manifestación se puso en marcha sobre las nueve y media de la mañana. Decenas de vecinos, con la mirada puesta en las nubes otra vez amenazantes, silenciosos y concentrados, recordaron que ayer se cumplió un año de las dramáticas inundaciones que convirtieron el corazón de la Marina Alta en un lodazal de destrucción.

"Estamos aquí para que la tragedia no vuelva a repetirse", dijo un portavoz

Estaba encapotado el cielo, casi negro, y el mundo parecía hecho de bruma cuando tañeron las campanas del Ayuntamiento de El Verger y la manifestación se puso en marcha sobre las nueve y media de la mañana. Decenas de vecinos, con la mirada puesta en las nubes otra vez amenazantes, silenciosos y concentrados, recordaron que ayer se cumplió un año de las dramáticas inundaciones que convirtieron el corazón de la Marina Alta en un lodazal de destrucción.

La comitiva recorrió la calle Divina Aurora, ya frente al río Girona, cuyas aguas desbordadas mataron allí aquella mañana del 12 de octubre de 2007 a una persona. Después, transitó por el puente hasta el otro lado del río, desde donde se podían contemplar las fachadas desvencijadas de las casas que aún siguen repletas de escombros, el puente clausurado de l'Almàssera convertido en una trampa mortal que la Generalitat aún no ha derribado o los muros de contención a medio reconstruir en ambas riberas del Girona. La zona de la tragedia aún sigue devastada. Por eso, el de ayer fue un aniversario triste.

Eso sí, los vecinos no están dispuestos a resignarse. El portavoz de la plataforma "Riu Girona", José Ramón Mahiques, dijo que "estamos aquí porque no queremos que la catástrofe vuelva a repetirse" y aseguró que continuarán sus reivindicaciones para que tanto el Consell como la Confederación Hidrográfica del Júcar acaben las obras.

Ambos estamentos aún tienen muchas cuentas pendientes. La Generalitat debe actuar en el cauce de El Verger (está previsto que hoy se derribe el puente de l'Almàssera), demoler las viviendas afectadas y facilitar unas nuevas a sus propietarios. Y la CHJ ha de concluir el muro de seguridad en Els Poblets por donde se desbordó el río el pasado año y dar cuenta de las polémicas extracciones de grava autorizadas cauce arriba y que la plataforma va a denunciar ante el Defensor del Pueblo. También hubo un emocionado recuerdo para todos los afectados por la riada. El edil de Medio Ambiente, Ramón Sendra, señaló que "aquella fue la página más triste de la historia de nuestro pueblo". Después, junto a las aguas otra vez crecidas del río tras las últimas lluvias, se guardó un emocionado minuto de silencio en recuerdo de los afectados. Algunos vecinos no pudieron reprimir las lágrimas.

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La manifestación, convocada por el Ayuntamiento de El Verger gobernado por el PP, no estuvo exenta de polémica. No hubo convocatoria oficial y la hora escogida, las nueve de la mañana de un domingo, restó asistencia al acto. Muchos vecinos admitieron que no tenían noticia.

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