Aceite en el tocador

Pilar Molina es una de las pocas mujeres con un puesto de responsabilidad empresarial en el sector cooperativo y prácticamente la única en el mundo del aceite. En 1989 desembarcó en la sierra de Segura, en los límites de Jaén con Castilla-La Mancha, para tratar de organizar el sector con la constitución de la cooperativa de segundo grado. Eran tiempos en los que en muchos puntos de esta región, en el medio rural más profundo, imperaba todavía ese dicho de que "es mejor un mal hombre que una buena mujer", señala.

En 1992 se puso la primera piedra para la comercialización del aceite Olivar de Segura, que agrupa a 14 cooperativas de 15 pueblos de la sierra, con una superficie total de unas 30.000 hectáreas de olivar y unos 5.000 cultivadores con una media de superficie por cultivador de entre cuatro y diez hectáreas. En la actualidad, lo que nació como un proyecto empresarial cogido con alfileres, factura ya más de 70 millones de euros, vende casi 20 millones de kilos al año y tiene la innovación como instrumento de futuro.

Cooperativas de la sierra pobre de Jaén facturan 70 millones con esta marca

Olivar de Segura, a pesar de estar ubicada en una comarca de la sierra pobre jienense, además de contribuir a estabilizar la economía y la población en una zona deprimida, ha sido una de las cooperativas pioneras en el desarrollo de iniciativas en el sector del aceite, desde las mejoras en los procesos de comercialización hasta la diversificación de productos a partir del aceite de oliva.

Como la mayor parte de las cooperativas, la comercialización del aceite sigue constituyendo uno de los retos pendientes de su actividad ante la dificultad para abrir mercados. De la producción total del grupo, sólo el 20% se comercializa como aceite envasado y el resto a granel, tanto al mercado interior como, sobre todo, para la exportación, especialmente para países como Italia, donde posteriormente se envasa.

Sin embargo, Olivar de Segura ha sido pionera en el sector en la búsqueda de alternativas a la venta tradicional del aceite de oliva en una triple dirección: aceite ecológico, oferta de minienvases y la producción de una línea de cosmética.

La producción de aceite ecológico en Olivar de Segura se inició en los años ochenta. Fue la primera empresa que operó en este segmento con un cierto peso en el mercado. En la actualidad, la producción ecológica se centra en la cooperativa de Génave y en una sección de otra cooperativa, La Vicaria, con una oferta conjunta de unos 800.000 kilos de aceite por campaña en función de la calidad del producto.

Las cooperativas llevan a cabo un sistema de control integral de la aceituna desde los olivares a su transformación. Una parte es aceituna producida por los propios socios y otra adquirida a terceros sobre cuyos olivares hay igualmente un seguimiento en los tratamientos biológicos. El aceite ecológico procede de las variedades de aceituna picual, arbequina y cornicabra, recogida en las primeras semanas de cada campaña, siempre como aceituna de vuelo, la de mejor calidad, y no la recolectada del suelo.

Una segunda iniciativa de Olivar de Segura ha sido la comercialización del aceite de calidad en envases alternativos al tradicional de litro, en pet, utilizando cristal para responder mejor a las demandas de cada consumidor. Igualmente se utilizan botellas negras por ser las que mejor conservan el aceite al protegerlo de la luz.

Finalmente, la tercera de las actuaciones de Olivar de Segura en el sector del aceite se concreta en su apuesta pionera por la elaboración de productos de cosmética derivados del aceite de oliva. El desarrollo de esta nueva línea de productos naturales derivados del aceite de oliva se inició en 2006 en colaboración con un laboratorio británico.

Entre los productos de cosmética más importantes que se han puesto en el mercado destacan las cremas antiarrugas, contorno de ojos, gel de baño, cremas corporales, champús, cremas de labios, jabón de tocador o esencias de jazmín. En esos mismos productos, Olivar de Segura lanzará en los próximos meses una nueva línea de cuidados corporales para el hombre.

Aunque la facturación en la actualidad en estos productos no es muy elevada, la cooperativa andaluza mantiene su apuesta por avanzar en la diversificación de productos derivados del aceite de oliva. -