Grecia suelta lastre

El Gobierno griego acaba de presentar un ambicioso paquete de reformas que busca consolidar el crecimiento del país y reducir su crónica deuda pública. Grecia es el primero en mover ficha en una dirección contraria a las medidas de emergencia que están adoptando sus socios europeos para combatir la crisis económica internacional, lo que demuestra que en estos momentos sus prioridades son distintas de las de países de la UE como Alemania, Francia o España, más preocupados por evitar la recesión y reflotar su estructura productiva.

Las últimas previsiones del Ejecutivo indican que la economía crecerá un 3% en 2009, momento en que se espera que amainen las turbulencias internacionales. Las diferentes consultoras también indican que este dato podría acercarse al 2,8% durante este año, lo que significaría el crecimiento más bajo desde 2005, pero no reportaría una gran variación respecto al crecimiento del PIB de los últimos tres años, cercano al 4% de media. Esta cifra contrasta con los crecimientos negativos de la mayoría de las grandes economías europeas.

Las prioridades son distintas de las de la mayoría de los países de la UE

Por el contrario, la gran preocupación de Grecia es controlar su déficit y su deuda pública. Durante cuatro años consecutivos (2002-2005), el país vulneró sistemáticamente el Pacto de Estabilidad de la UE -que limita el déficit en un 3%- hasta que en 2006 logró situar el desequilibrio fiscal en un 2,6% del PIB, desde un 7,4% en 2004. Durante este mismo periodo y gracias a un fuerte recorte y racionalización del gasto, se logró reducir la deuda pública desde un 98,6% del PIB hasta el actual 93%, y se espera llegar al 87% en 2009.

No obstante, la crisis económica y un gasto público en alza han devuelto todos los temores a las arcas fiscales griegas. De momento, las últimas informaciones del Ejecutivo elevan el déficit de 2007 hasta el 3,4%, luego de la revisión de las cuentas del año pasado. De esta manera, se prevé que este año el déficit cierre en un 1,6% del PIB y se trabaja con un dato inferior al 2% para los presupuestos del próximo año. Algo con lo que los principales analistas discrepan, situando esta cifra más cerca del 3%, principalmente por la caída en los ingresos del Estado.

Precisamente para tener un mayor control sobre el déficit, el Ejecutivo ha presentado un ambicioso plan de reformas que, entre otras cosas, incluye cambios en el sistema de pensiones; privatizaciones en sectores como las infraestructuras portuarias, aerolíneas o servicios postales; revisión de los salarios de los ejecutivos de empresas públicas, y retoma la iniciativa de potenciar universidades privadas. La medida más comentada ha sido el aumento de algunos impuestos sobre plusvalías, ventas de acciones y dividendos, y se planea reducir el impuesto sobre la renta desde un 25% hasta el 20%.

Mientras, el sistema bancario griego resiste el temporal. Las autoridades han señalado hasta la saciedad que el sector es sano, seguro y saludable, ya que más del 90% de sus préstamos está financiado por depósitos locales, por lo que su dependencia del mercado de capitales internacional es pequeña. De esta manera, y siguiendo la estela de los principales Gobiernos europeos, el Ejecutivo ha informado de su intención de elevar el fondo de garantía de los depósitos desde los actuales 20.000 euros hasta los 100.000. La medida tendría una vigencia de un año a partir de su aprobación.