Leiro propone una alegoría de Santiago en la Casa do Pozo
Caixa Galicia encargó hace años la obra al escultor por unos 95.000 euros
La visión personal de Francisco Leiro sobre la capital de Galicia quedó, desde ayer, instalada en la Casa do Pozo de la Rúa do Vilar. En un acto en la sede de la Fundación Caixa Galicia de Santiago de Compostela, acompañado por el director general de la entidad, José Luis Méndez, y por Isaac Díaz Pardo, Leiro (Cambados, 1957) explicó a los periodistas su obra Pozo do Cabido. Seis figuras, distribuidas en cinco piezas de madera y hierro, se despliegan en sentido ascendente en el lucernario de la Casa do Pozo y trazan una mirada alegórica "sobre Santiago y sobre el propio edifico", en palabras del autor.
Ese "trabajo sencillo, que no pretende invadir el lugar" fue definido por José Luis Méndez como el "vestido" de la "Casa Grande do Pozo". "Antes estaba desnuda", señaló el responsable de la caja coruñesa, quien definió a Francisco Leiro como "uno de los más distinguidos artistas gallegos, un exponente de la Galicia emergente, como un oasis para estos tiempos de turbulencias". Esa Galicia que, para Méndez, se comunica a través de puentes, "en gallego o en castellano". No dejó de referirse al periplo estadounidense de Leiro, que desde hace años cuenta con un taller estable en Nueva York y está integrado en los circuitos norteamericanos del mercado del arte.
Leiro aprovechó la presentación pública de la instalación para recordar el trayecto de Pozo do Cabido. "Cuando comenzó la rehabilitación de la Casa do Cabido, Caixa Galicia me invitó a realizar un trabajo para el espacio sobre el pozo". El pozo que da nombre popular al inmueble compostelano fue descubierto durante la reforma e inspiró el proyecto de Leiro. Una aguadora equipada con un capazo ocupa el primer nivel de una obra, realizada hace 6 años, en la que comparecen tipos habituales en la historia de Santiago de Compostela: curas, estudiantes e incluso representaciones mitológicas bajo el título de Mariña ensinando a nadar ao seu fillo. Mientras el escultor de Cambados guiaba a su mecenas por las estancias donde había colocado las piezas del Pozo do Cabido, era sucesiva y efusivamente felicitado por Isaac Díaz Pardo y bromeaba con él: "Los curas, sin curas no sería Santiago, parece que están en un trampolín y que se van a lanzar al vacío".
El Pozo do Cabido, que suma cinco piezas a las siete de Francisco Leiro que ya poseía la Fundación Caixa Galicia, fue adquirido por unos 95.000 euros. La cotización resulta inferior a la habitual en el artista debido al carácter de encargo. Según el director general de la entidad bancaria, "se podrá ver el trabajo de Leiro que tiene Caixa Galicia de forma casi permanente". El 11 de diciembre la galería de Santiago SCQ abrirá una muestra con esculturas recientes del artista.
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