Cospedal evitará la defensa en el Congreso del Estatuto manchego

La batalla por el Estatuto de Castilla-La Mancha, que marca la eliminación del trasvase Tajo-Segura en 2015, llega al fin al Congreso. Se votará el próximo martes, y la sesión no estará exenta de polémica. El presidente autonómico, el socialista José María Barreda, ha decidido a última hora defender él mismo el Estatuto, como han hecho otros presidentes, entre ellos el popular Juan Vicente Herrera, de Castilla y León. Sin embargo, junto a él no estará María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y líder de este partido en Castilla-La Mancha.

Cospedal, que pactó con Barreda el Estatuto y lo ha votado como diputada autonómica, prefiere defenderlo en el Senado, una cámara a la que pertenece. Sin embargo, el polémico texto será con toda probabilidad modificado en el Congreso, en especial en esa referencia expresa a 2015, y por tanto cuando llegue al Senado habrá perdido toda su carga explosiva. La foto delicada es la del Congreso, donde sí estará Barreda y no su gran rival.

La aprobación del Estatuto que elimina el trasvase Tajo-Segura, realizada en plena precampaña autonómica de 2007, le ha generado y le sigue generando muchos problemas a Cospedal. Este texto irrita a los presidentes autonómicos de Murcia y la Comunidad Valenciana, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, ambos del PP. Ella, sin embargo, manifestó hace sólo dos semanas, tras fotografiarse con Barreda: "Mi partido va a hacer todo lo posible por que los derechos del agua que tenemos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, que están reconocidos en nuestro proyecto de Estatuto, se reconozcan también en el que salga de las Cortes generales".

Así respondió a la pulla que le había lanzado su compañero Valcárcel, quien el día anterior señaló: "Cospedal juega a cierta ambigüedad. Le he oído asumir en su totalidad el Estatuto y, horas después, asumiendo la totalidad de la política hídrica del PP adoptada en el Congreso de Valencia". Valcárcel anunció el martes que recurrirá el Estatuto al Tribunal Constitucional si se aprueba tal y como está.

El presidente murciano y Cospedal charlaron en la sede del PP hace 10 días, pero sus posturas parecen irreconciliables. El líder del PP, Mariano Rajoy, que ya ha hecho varios intentos infructuosos de buscar una vía intermedia, confía en que sea el PSOE quien resuelva el problema y pacte con él una rebaja del Estatuto, según fuentes de la dirección. De momento tendrá que preocuparse de mantener la unidad en su grupo en la votación del martes.