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El PP amenaza a UPN, y Sanz pospone la decisión de ruptura

El presidente navarro citará a Rajoy y anunciará el viernes qué votarán

Carlos E. Cué

La tensión que se vive entre el PP y UPN en las últimas semanas alcanzó ayer su nivel máximo. En tono de clara amenaza, Esteban González Pons, portavoz del PP, señaló que Miguel Sanz, el presidente de Navarra y líder del partido aliado de los populares, "tiene que haber medido" las consecuencias de una abstención en los Presupuestos. No lo dijo expresamente, pero esas consecuencias consisten en la ruptura definitiva del pacto con el PP, que podría llegar a presentarse en Navarra para competir electoralmente, como hacía antes de 1991.

González Pons dejó muy claro el enfado del PP. "Sería chocante para los votantes de UPN que los únicos partidos que apoyan los Presupuestos sean el PNV y UPN". "De momento no hay ninguna queja, pero vamos a ver qué hacen y tendremos que reaccionar", sentenció.

Además de esta amenaza pública, en los últimos días, según fuentes de UPN, miembros de la dirección del PP se han puesto en contacto con homólogos suyos en el partido navarro para dejarles muy claro que una abstención implicaría una ruptura. Ante este ambiente de presión, la ejecutiva de UPN se reunió ayer por la tarde, teóricamente para tomar una decisión, y lo único que hizo fue posponerla. Será el viernes -la semana siguiente Sanz viaja a Argentina- cuando fije la posición, que después será votada por el Consejo Político, el órgano en el que están todas las familias.

Este retraso puede tener dos explicaciones. Si la decisión de la abstención está tomada, como todo parece indicar -UPN gobierna en Navarra gracias a la abstención de los socialistas, que pueden forzar una moción de censura en cualquier momento-, Sanz gana tiempo y evita cuatro días de crisis que complicarían la votación del viernes. Mientras, puede tratar de controlar el partido, revuelto por la mayor crisis vivida con el PP desde 1991. Si finalmente Sanz duda, puede utilizar esta semana para reunirse con Rajoy -ayer apuntó que lo hará- y vender su cambio de opinión.

Pase lo que pase en Navarra, Sanz tiene un problema añadido, que consiste en convencer a su cabeza de lista, el diputado Santiago Cervera, que quiere votar con el PP. Sanz, que el año que viene dejará la presidencia de UPN -la alcaldesa Yolanda Barcina parece su más probable sustituta-, aunque no la presidencia del Gobierno navarro, no quiso desvelar sus cartas pero se mostró de nuevo molesto con el PP. "Son otros los que han hablado de ruptura", aseguró. Sanz interpreta que el pacto con los populares le permite abstenerse por el interés de Navarra -la comunidad más premiada en los Presupuestos- sin romper.

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