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Los piratas somalíes se tirotean en el barco ucranio

El caos que vive Somalia desde hace 17 años se ha trasladado al carguero ucranio Faina, secuestrado hace seis días con 32 carros de combate, lanzagranadas y diversas armas en su bodega. Al parecer, los piratas se han dividido en dos facciones: una pragmática, propensa a poner fin a la operación debido a que están rodeados de barcos de guerra, y otra radical, que demanda el pago de 20 millones de dólares (13,6 millones de euros) y que está dispuesta a resistir.

Según fuentes kenianas de seguridad marítima que vigilan la evolución del secuestro, tres de los piratas habrían resultado muertos en un tiroteo entre las facciones. Andrew Mwangura, portavoz de esta oficina gubernamental keniana, informó a Reuters de que la situación es muy tensa.

"No nos hemos peleado. Son sólo rumores que han corrido por los medios de comunicación", dijo ayer por radio Mohamed, uno de los piratas que se hallan a bordo del carguero ucranio. "No ha habido disparos. Tenemos un barco de guerra cerca de nosotros que nos vigila, que no se ha comunicado ni nos ha atacado", dijo a Reuters Mahad, otro de los secuestradores.

Aguas peligrosas

Las aguas internacionales próximas a Somalia son de las más peligrosas del mundo. En 2008 se han producido 56 secuestros, incluido el del Faina. Más de 30.000 barcos recorren esta importante ruta comercial entre el Mediterráneo y el océano Índico cada año.

"Si fueran aviones comerciales los que son secuestrados casi a diario, la respuesta de los Gobiernos sería muy diferente", aseguró ayer uno de los principales organismos de tráfico marítimo. "Los barcos son el alimento esencial de la economía global", añade.

Cerca de esas aguas, Francia dispone de una importante base naval en Yibuti, y Estados Unidos mueve por la zona su V Flota. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en junio la protección militar de los barcos comerciales y estudia la creación de una fuerza específica para la lucha contra la piratería. Enfrente tienen a piratas de un país muy pobre cuyo Estado se evaporó en 1991, que actúan a bordo de lanchas rápidas artilladas y emplean teléfonos satélites para sus comunicaciones. En el enviado especial de Naciones Unidas a Somalia, Ahmedou Uld-Aabdalá, comparó a la piratería somalí con los traficantes de diamantes que se enriquecieron en las guerras de Sierra Leona y Liberia en los noventa.

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