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Las cuentas del Estado para 2009 | Las previsiones de ingresos

Las cuentas contemplan un escenario optimista de aumento de ingresos

Solbes cree que sólo la recaudación por sociedades seguirá cayendo en 2009

Hace unos años, las cuentas públicas ocupaban kilos y kilos de papel; ahora basta un minúsculo lápiz de memoria. "Esto es magia", decía ayer el vicepresidente Pedro Solbes en la entrega de los Presupuestos al presidente del Congreso, José Bono. La magia no incluye las previsiones en las que se basan estas cuentas, que el ministro defendió con ahínco, a pesar de que dan pie al escepticismo (prevén, por ejemplo, una recuperación fulgurante con un crecimiento económico del 3% en 2010).

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El ministro arrancó con un ejercicio de realismo respecto a los ingresos públicos: "Tras varios años de fuerte crecimiento, se prevé una importante caída de la recaudación para 2008, y otro tanto para 2009" por la menor actividad y, sobre todo, la crisis inmobiliaria, que ha hecho mella en los beneficios empresariales y en las ventas interiores. Es decir: menos IVA y menos impuesto de sociedades. Pero en las cuentas de 2009 hay partidas de cumplimiento más improbable, que a la postre permiten cuadrar el sudoku del Presupuesto sin un déficit excesivo.

Hacienda sostiene que el grueso del ajuste en los ingresos públicos ya se ha producido este año. Y por eso vaticina una mejora del 0,8% respecto a la recaudación real de 2008, que cae un 10%. El punto más débil de este supuesto es el IRPF, para el que se espera una subida del 6,7%. El dato sorprende, pues está previsto que el empleo caiga un 0,5% el año próximo y previsiblemente los salarios se estancarán para hacer frente al bache económico. El Gobierno argumenta que el año próximo ya se habrá neutralizado el efecto de la rebaja fiscal introducida en 2007 y cuyos principales efectos se han notado en 2008.

El papel también contempla una mejora del IVA, el impuesto que más se anticipó a la crisis por reflejar la caída de la actividad en el sector inmobiliario y, más adelante, la debilidad del consumo. Los impuestos especiales -gravan los carburantes, el alcohol y el tabaco- también recaudarán más, lo que implica que Economía hace recaer el impacto de la crisis para el año próximo sólo en el impuesto de sociedades, el que abonan las empresas por sus beneficios.

Más allá de defender sus previsiones, lo que Solbes no hizo ayer fue calificarlas de prudentes, como había hecho con presupuestos anteriores.

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