La España del 68 centra el debate en el Hay de Segovia

"No hay que encontrar dónde se enterraron los cuerpos sino dónde se enterraron las ideas". Germaine Greer, la autora del conocido alegato feminista La mujer eunuco, lo dijo ayer señalando al público del Hay Festival, declarándose anarquista y narrando cómo en 1966 viajó a España con su novio en busca de los restos de un movimiento libertario brutalmente barrido del mapa.

Las lecturas de Orwell, el mito cultivado en las universidades italianas del anarquismo español y las ganas de conocer un país que era "diferente", movieron a la entonces estudiante australiana a un viaje que ayer volvió a emprender frente a un público contagiado. Frente a la célebre frase del 68 "la imaginación al poder", los anarquistas como ella todavía gritan "la imaginación contra el poder". Moviendo con energía sus manos, Greer defendió la idea de una continuidad con los postulados del 68 como fuente de inspiración a la que nunca renunciar. "No hay un solo partido político en el mundo que represente al sentido común", dijo.

Perspicaz

Paul Preston presentó a la ensayista como la comentarista cultural "más perspicaz" de Inglaterra. El eminente hispanista también viajó (aunque despersonalizando su también apasionante relato) a la España de 1968, un año "clave" en el franquismo. Un año lleno de fechas y cifras subrayadas en el calendario de la historia de España y en el que por primera vez asomó la debilidad del caudillo. "Surgen las contradicciones irreconciliables entre el viejo régimen y una economía creciente, entre una sociedad cada vez más moderna y un régimen cada vez más anticuado". Los movimientos estudiantiles y obreros, los primeros achaques de la vejez de Franco y la sombra de lo que pasaba fuera, Preston lee artículos de periódico de la época que llaman "revoltosos" a los estudiantes o cita discursos de Franco en los que tacha a esos jóvenes de "pesimistas". El concierto de Raimon en la Complutense y los 5.000 estudiantes que salen de allí rumbo al centro de Madrid coreando "democracia popular, España socialista, abajo Franco".

Mayo del 68 siguió en boca del autor alemán Peter Schneider, que mantuvo una conversación con el crítico Manuel Rodríguez Rivero. Habló del movimiento estudiantil en Berlín y del terrible desencanto que siguió a aquel estallido.