Chaves impone una tregua entre Monteseirín y el PSOE de Sevilla

La guerra abierta entre el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el secretario general del PSOE provincial, José Antonio Viera, entró ayer en una tregua forzada por la dirección regional del partido. El conflicto, nacido de una lucha de poder entre los dos líderes sevillanos, se estaba yendo de las manos y el PSOE andaluz llamó al orden a las dos partes para impedir la escenificación definitiva de la ruptura, que iba a tener lugar en la tarde de ayer en las dos reuniones convocadas por separado por Viera y Monteseirín con los concejales del grupo municipal socialista.

Las conversaciones entre la dirección general y los dirigentes sevillanos se sucedieron durante todo el fin de semana, aunque no fue hasta ayer a mediodía cuando Viera y Monteseirín atendieron las llamadas a la calma. Primero fue el secretario provincial el que, a última hora de la mañana, decidió "aplazar" su cita con los ediles, a los que tenía pensado comunicar su intención de darle un giro a la dirección política del grupo municipal y destituir como portavoz socialista a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, actual mano derecha del alcalde, para poner a Emilio Carrillo, enfrentado a Monteseirín y nuevo hombre fuerte de Viera en el grupo municipal. El secretario socialista anuló también la reunión extraordinaria de la Ejecutiva provincial, ante la que pretendía obtener el respaldo para el cambio de portavoz.Apenas una hora después de que Viera aplazara su plan, Monteseirín desistió de celebrar la reunión que tenía prevista por la tarde con su grupo municipal. En lo único que han coincidido en los últimos días el secretario provincial del PSOE y el alcalde de Sevilla es en apelar a su sentido de la "responsabilidad" para explicar sus respectivos cambios de planes. Justo lo que horas antes les había pedido Manuel Chaves.

El presidente de la Junta y del PSOE se pronunció ayer por primera vez en público sobre el último capítulo del conflicto interno de los socialistas sevillanos. De sus palabras se deduce que si tiene un favorito es por eliminación. Más bien da la impresión de estar cansado de ambos y de que las desavenencias personales puedan salpicar al partido.

Tras asistir en Sevilla a la inauguración de un congreso internacional sobre economía, el presidente andaluz se refirió al conflicto entre Viera y Monteseirín como "una crisis que a nadie beneficia". Chaves recordó a ambos que el PSOE "tiene que ser responsable" porque gobierna en el Ayuntamiento de Sevilla y "todas sus acciones tienen repercusiones para la ciudadanía", por lo que pidió zanjar el asunto con "un acuerdo".

Apenas dos horas después de que Chaves hiciera público su llamamiento, el PSOE provincial anunció el aplazamiento de sus reuniones. En un comunicado, Viera justificó su decisión "en aras a encontrar puntos de encuentro y entendimiento con el alcalde", una posibilidad que parece difícil de alcanzar a estas alturas de la pelea, con el conflicto más enconado que nunca. Pero Viera se mostró ayer dispuesto a replantearse su estrategia, aunque no se dio por vencido: "La responsabilidad debe primar por encima de los intereses que el partido tenga en estos momentos, ya que lo principal es atender a los intereses y preocupaciones de los ciudadanos de Sevilla sin que este hecho vaya en menoscabo de los planteamientos que la dirección del partido en la provincia de Sevilla realiza y realizará para mejorar el trabajo del grupo municipal del PSOE", puntualizó el secretario provincial.

Es decir, Viera ha atendido a la llamada a la responsabilidad realizada por Chaves, pero sigue adjudicándose la potestad para intervenir en el grupo socialista del Ayuntamiento.

Monteseirín, por su parte, se mantuvo atrincherado a la espera de acontecimientos. Tras oír las declaraciones de Chaves, Monteseirín dijo asumir "desde la primera hasta la última palabra". "Así lo he hecho, así lo haré siempre", señaló.

Como Viera desconvocó su reunión, él no consideró necesario celebrar la suya, aunque fuentes cercanas al alcalde aseguran que éste no baja la guardia. Las dos partes saben que la tregua es sólo temporal y que la dirección regional del PSOE no está dispuesta a que el conflicto vaya a más y obligue a precipitar decisiones políticas que deben tomarse a otro nivel y en otro momento.

Las conversaciones para sortear la crisis siguen abiertas.