"No estamos todavía preparados para vivir sin subvenciones"
Son pocos los que ponen en duda el pedigrí empresarial de Javier Riera (Vigo, 1944), el piloto que hizo de Citroën la planta más productiva del grupo PSA. Afable y riguroso, el actual vicepresidente y primer ejecutivo de la Fundación Sociedade do Coñecemento ha renunciado a la prisa como compañera de viaje.
Y se muestra desafiante hacia quien crea que no se cumplen los objetivos encomendados al frente de uno de los proyectos más ambiciosos de Pérez Touriño. Si alguien se pone nervioso, me voy, advierte.
Pregunta. Casi dos años desde de la creación de la fundación, es el momento de hacer balance...
Respuesta. Nuestro objetivo es aumentar la calidad de vida de la sociedad gallega por la vía del conocimiento y con un objetivo perdurable. Hemos marcado por dónde ir y hemos diseñado las áreas de trabajo. Pero también hemos hecho cosas, por ejemplo, hace unas semanas pusimos en marcha Energylab, un centro de innovación en energía. Se podrá optimizar mucho más por la vía del ahorro que de cualquier otra manera.
"Si alguien se pone nervioso por la marcha de la fundación, lo dejo"
"A las Administraciones les pediría más coherencia y rigor"
"Las grandes empresas no están dispuestas a compartir"
P. PSA, Inditex, Inveravante, las cajas... El top ten de la empresa gallega. Por sus propios integrantes, ¿se esperaba mucho del proyecto y se ve poco?
R. Sí. Hay gente que esperaba más, incluso dentro de la propia fundación. Este es un tema para medio y largo plazo. Si alguien se pone nervioso, yo lo dejo. Obsesionarse con el corto plazo no es lo que buscamos. Si alguien quiere eso, que no cuente conmigo. No podemos perder de vista el horizonte. Incluso el consenso entre todas las partes no se consigue en un solo día. Las cosas no se pueden hacer por decreto ley.
P. Proyectos estrella y estrellados. ¿Se creyó en la viabilidad de un satélite gallego?
R. Tiene gracia que la Universidad de Vigo tenga ya un minisatélite operando. Entiendo que estos temas dan mucho juego, pero con una vocación muy local, de una forma limitada, y no lanzando un monstruo, es perfectamente posible. Poner ideas sobre la mesa es lo importante. La clave está en la ambición. Si sale una idea de diez, yo me daría por satisfecho. Quien nunca se equivoca es aquel que nunca hace nada.
P. ¿Está satisfecho con los medios y el presupuesto de la fundación?
R. Resulta difícil convencer a la gente para que ponga dinero en esto. En el arranque hace falta más, sobre todo ahora. Pero hay proyectos que también son cobrables, es decir, se pueden comercializar. Hoy por hoy tenemos la financiación resuelta para lo que estamos haciendo. Los seis meses que tenemos por delante en nuestros planes son fundamentales.
P. Empresas, administración y universidades. ¿Qué falla en esa cadena?
R. Esa pregunta está en todo el mundo. En el caso gallego veo una receptividad muy buena por parte de la universidad. La administración quizá tendría que ser más coherente. Debe haber transversalidad. La coordinación entre departamentos es clave. La suya es una labor de enlace, de promover, coordinar y proyectar una imagen. También le pediría más rigor.
P. Sucede como en los cluster, que fallan los grandes...
R. Es la empresa la que pide un cluster, y no al revés, como a veces tengo la sensación que pasa. A los empresarios les está costando entrar en esta dinámica, parece como si no quisieran ver las sinergias que se producen. Las grandes compañías no están dispuestas a compartir.
P. ¿Tiene ya el mapa de cluster de Galicia perfilado?
R. Estamos trabajando en ello. Se dibuja sobre varios sectores, como la automoción, el textil, el naval, la pesca, conservas y transformación, la piedra y la pizarra, la ganadería y la agroalimentación.
P. El 44% de los fondos Feder que recibirá Galicia hasta 2013 se destinará al conocimiento y a la innovación. Casi 1.200 millones. Más que la energía, los transportes o medio rural. ¿En qué se va a notar?
R. Se tiene que notar en un aumento de la competitividad de Galicia, es una nueva cultura la que hace falta. Estamos trabajando en un plan de competitividad y en un observatorio. La competitividad es simplemente ser mejor que otros. En contra de lo que muchos creen, no es sinónimo de productividad. Hay que sumar el entorno. Tenemos que abrir los ojos. Hay zonas, como Carolina del Sur, que tienen problemas similares a los de Galicia.
P. ¿Con quién se entiende mejor, con el PSOE o con el BNG? ¿Nota descoordinación entre ambos socios?
R. Nuestro trabajo se vincula estrechamente con el conselleiro de Economía. Y con el resto, hay cuestiones sobre las que tenemos diferentes formas de ver las cosas, por ejemplo en la configuración de los clusters. Pero eso ocurre en las mejores familias y en las mejores empresas. Son diferencias de enfoque, que no tienen por qué ser malas. Pero, por favor, pediría que respetemos los principios básicos: un cluster se hace a la carta, para los que lo quieren. Es la empresa la que lo tiene que liderar. Y no al revés.
P. ¿Entenderá alguna vez Galicia que el objetivo de las subvenciones es lograr que podamos prescindir de ellas?
R. El escenario actual se acaba en el 2013. Tenemos cinco años para prepararnos. Pero creo que no estamos todavía preparados para vivir sin subvenciones.
P. ¿Cuáles son las ventajas de Galicia para afrontar la crisis? ¿Es el de la Xunta un ámbito limitado con la que está cayendo?
R. No hay que pensar tanto en los Presupuestos. Hay que ponerse a buscar los nichos, qué vender, cómo vender, cómo llegar hasta allí. Las misiones comerciales desde Galicia sólo buscan contactos con gallegos. Hay que abrir eso.
P. ¿Nos tenemos que olvidar de un modelo de crecimiento basado en el ladrillo?
R. Hay cosas que hemos hecho muy bien. La Transición y el modelo de Estado fue el primer examen. El segundo fue la entrada en Europa. Y salió bien, a pesar de lo que muchos decían. Llega la tercera prueba, la globalización. Si hablamos de la crisis de hoy, parece que el mundo se acabó, pero es que la economía mundial está creciendo al 4% anual. Tenemos que llegar a esos mercados de crecimiento. La clave está en los intangibles. Tenemos que aprovechar las ventajas que nos ofrece España. Deprimirnos y tomar Prozac no sirve para nada. Dónde vendo, cómo accedo a ese mercado, cómo puedo asociarme con otro para llegar allí... Si el mundo crece al 4%, algún sitio hay.
P. ¿Las cajas están lo suficientemente implicadas en el desarrollo económico de Galicia?
R. En Europa las cajas no tienen la potencia de las españolas. En Galicia están haciendo cosas, pero ahora se va a ver la necesidad de una mayor implicación por su parte, y creo que van a responder.
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