Con calidad desde el origen

En Noain, una población cercana a Pamplona, el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra acoge las instalaciones de dRaíz, una empresa que es justo eso, entre otras cosas porque invierte más del 60% de su presupuesto en I+D. Javier Mellado, Julián Palacios y Fernando Martínez crearon en 2006 una sociedad de corte tan innovador que, incluso, necesitaron crear su propia demanda. Es dRaíz, que ofrece algo que sus socios han dado en llamar agronomía razonada: "Técnicas de diagnóstico precoz de la calidad de producción de los viñedos" destinadas a cubrir las necesidades de viticultores y bodegueros, según Mellado.

Ataviado con bata blanca, Fernando no duda en reconocerse neófito en cuestión de vinos. Sin embargo, su conocimiento del campo empresarial y de los problemas provocados por la desconexión de procesos productivos y departamentos dentro de una misma empresa, fue un importante ingrediente en el nacimiento de dRaíz. "Lo que se hace en el viñedo tiene una consecuencia evidente en la bodega. De nada vale, por ejemplo, evaluar las diferentes calidades de uva que se dan en la viña cuando luego, en la prensa, se mezcla toda la producción". La obtención de las mejores uvas posibles en el viñedo ha de ir acompañada del desarrollo, en bodega, de las suficientes herramientas, tecnológicas y analíticas, para permitir que esa mejora cuantitativa llegue a la botella.

De la coordinación de estas parcelas se encargan Javier y Julián, expertos en vides y bodegas. "Sabíamos por nuestra experiencia laboral y por lo que nos contaban los bodegueros que los controles de calidad, en el viñedo, se aplicaban en fases muy cercanas al momento de la vendimia, cuando ya poco se podía hacer por mejorar la calidad del producto", aseguran. Por eso era razonable pensar que, introduciendo diagnósticos previos sobre el conjunto de los elementos (tierra, viñas, calendario de riegos, abonos...), se podría gestionar mejor todo el proceso de elaboración y conseguir el producto final buscado por el cliente.

Con este planteamiento partieron a buscar la financiación necesaria, un millón de euros, en una sociedad de capital riesgo que ofreció a diversos empresarios la posibilidad de entrar en el capital de dRaíz a título personal y en frebero de 2007 la compañía fue presentada en sociedad.