"Word es bueno para la prosa"
Empezó vendiendo libros en el Rastro madrileño. "Me hice librero para poder comprar y leer los libros que me interesaban, y seguro que no he sido el único", dice el librero de viejo, poeta y editor Abelardo Linares (Sevilla, 1952), mientras escucha a Ozric Tentacles en el ordenador. En tres naves cerca de las ruinas de Itálica, almacena más de un millón de libros (www.libreriarenacimiento.com).
Pregunta. ¿Por qué decidió cerrar la tienda y vender sólo libros por Internet?
Respuesta. Hace cosa de 10 años llegué a la conclusión de que el futuro del libro, sobre todo del libro antiguo, estaba en Internet. Mantener una librería grande en el centro de una ciudad es caro. Resulta más cómodo y barato disponer de una nave industrial en la periferia.
P. ¿Cuántas horas pasa al día frente al ordenador?
R. Unas 10 horas. Como es bastante cansado trabajar tanto delante de un ordenador, en cuanto llego a casa me dedico a descansar y leo blogs, algo de prensa digital o juego alguna partida de estrategia.
P. ¿Se puede escribir poesía con Word?
R. Sí y también una tragedia en verso en cinco actos; pero para lo que de verdad es bueno Word es para la prosa. No creo que Word haya modificado el uso del verso, pero sí lo ha hecho con la prosa. Aprender a escribir es sobre todo aprender a corregir y eso ahora cuesta menos.
P. ¿Cuál es el programa imprescindible en su ordenador?
R. Filemaker, una poderosa y versátil base de datos que facilita mucho el trabajo en la librería.
P. ¿Manías con el móvil?
R. Encenderlo sólo cuando estoy de viaje y únicamente durante el día. La semana pasada, en Costa Rica, tuve un olvido y me despertaron a las cuatro de la mañana para ofrecerme un producto bancario. Me encanta la libertad del móvil para llamar en cualquier circunstancia, pero la libertad que da para ser llamado se parece a la esclavitud.
P. ¿Le gustan los juegos?
R. Sí, sobre todo los de estrategia como Cossaks I, ambientado en el siglo XVIII, entretenidísimo y casi infinito, al contrario, lamentablemente, que la vida.
P. ¿Qué es lo próximo que comprará?
R. Una PlayStation 3. Me temo que, por su culpa, mis lecturas van a sufrir más que yo.
