Dudas sobre la vida del VIVE

Durante los últimos tiempos y como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno, sobre todo en los que poseen una industria automovilística importante, las Administraciones han apoyado el sector con distintos tipos de medidas. Además de las directas a los fabricantes en sus instalaciones, menos conocidas, se ha favorecido en muchos casos la compra de un automóvil nuevo a cambio del achatarramiento de uno viejo. De esta manera se contribuye también a la renovación del parque y a mejorar la seguridad vial y los efectos sobre el medioambiente.

En 11 años se han desarrollado planes como el Renove o Prever, de los que se han beneficiado más de tres millones de automóviles y se ha evitado, al parecer, la emisión de 4,2 millones de toneladas de CO2.

Según Faconauto, sólo un 1% de los compradores se beneficiará del VIVE

Pero llegó el comandante Solbes y mandó parar. A pesar de las protestas de todo el sector, el 31 de diciembre pasado cerró el grifo de las ayudas vía reducción de impuestos en la compra del coche.

Coincidió la decisión con la llegada a Industria de Miguel Sebastián, más sensible a las vicisitudes de una actividad importante para la economía española y decidido a colaborar, de momento, con la aportación de 1.200 millones de euros de su presupuesto para subvencionar la financiación, vía Instituto de Crédito Oficial, de la compra de automóviles que generen menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro (140 en algunos casos) con la entrega de uno con más de 15 años de antigüedad. Pero aunque ha entrado en vigor en agosto y no se sabrá hasta dentro de unos meses su trascendencia, no son pocas las voces que han manifestado su pesimismo.

Reconocen su esfuerzo, pero lo consideran insuficiente o en el peor de los casos ineficaz.

Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto, es el más rotundo: "No va a funcionar, los que tenemos que aplicarlo somos nosotros y no nos ha consultado nadie". Reconoce que "el espíritu es correcto, pero la forma que se le ha dado lo hace ineficaz".

Según sus cuentas, la demanda de este tipo de coches en el mercado español no llega al 20% del que sólo la mitad financiará la compra. Si a eso se añade el requisito de que el automóvil que se achatarre tenga 15 años, "apenas llegan al 1% los que tratarán de acogerse al plan".

Pero en ese caso incluso, el perfil de un comprador que tiene un coche de más de 15 años no es precisamente lo que bancos y cajas buscan. De momento se han acogido una docena de entidades financieras, dispuestas a firmar el convenio correspondiente con el ICO. Una actitud que contrasta con su política habitual de los últimos meses en los que han cerrado el grifo de los créditos, lo que ha contribuido también de manera importante al batacazo de las ventas.

Otro de los aspectos negativos es que a partir de los 5.000 primeros euros (el precio no puede superar los 20.000) a los que se aplica un interés del 0%, el tipo que se aplica es variable, con un tope máximo del Euríbor a un año más un 2,5%.

"El papeleo va a ser también otro handicap", según Romero-Haupold, "y desde luego no ayuda a nuestra intención de que se pueda formalizar la compra de un coche en menos de un mes". -